. - Misiles rusos atacaron este martes en la mañana las dos principales ciudades de y causaron al menos cinco muertos, docenas de heridos y daños en edificios residenciales luego de que Moscú rehuyó cualquier acuerdo respaldado por Kiev y sus aliados occidentales para el final de la guerra de casi dos años.

El asalto ruso incluyó más de 40 misiles balísticos, de crucero, antiaéreos y guiados, dijeron las autoridades. Las fuerzas aéreas ucranianas apuntaron que habían interceptado 21 de ellos.

Al menos 20 personas resultaron heridas en cuatro distritos de la capital, Kiev, incluyendo un adolescente de 13 años, indicó el alcalde, Vitalii Klitschko. Las autoridades señalaron que los reportes iniciales que apuntaban a la muerte de un civil en la ciudad eran incorrectos y aclararon que la persona estaba herida y con respiración asistida en un hospital.

En Járkiv, en el noreste del país, la ofensiva dejó cinco fallecidos y 48 heridos, entre ellos cuatro menores, y causó daños en alrededor de 30 edificios residenciales, además de romper las ventanas de cientos de departamentos en un clima gélido, explicó el gobernador de la región, Oleh Syniehubov.

En este operativo, las fuerzas del Kremlin utilizaron misiles S-300, Kh-32 e hipersónicos Iskander, agregó.

Los termómetros marcaban -7 grados Celsius (19º Fahrenheit), dijo el alcalde de la ciudad Ihor Terekhov. Una sección entera de un edificio residencial de varias plantas quedó destruida, atrapando a un número desconocido de personas, añadió el regidor.

Situada a unos 30 kilómetros (18 millas) de la frontera con Rusia, Járkiv suele ser el principal objetivo de la campaña invernal rusa de ataques de largo alcance, que suele alcanzar zonas civiles.

Los ataques mantienen a los ucranianos en vilo mientras en el frente de 1 mil 500 kilómetros (930 millas) apenas se registran cambios. La incapacidad de ambos bandos para asestar un golpe decisivo en el campo de batalla ha llevado la guerra más allá de las trincheras y la artillería. Los analistas dicen que las fuerzas del Kremlin acumularon misiles a lo largo del año pasado para lanzar su campaña invernal de bombardeos aéreos.

Al parecer, hay pocas opciones de que la guerra termine pronto. El ministro de Exteriores ruso desafió a Estados Unidos y a otros aliados de Ucrania en una reunión de Naciones Unidas el lunes, descartando cualquier plan de paz que ellos respalden.

Sergey Lavrov, el jefe de la diplomacia rusa, afirmó que las fuerzas ucranianas han sido “un completo fracaso” en el campo de batalla y apuntó que son “incapaces” de derrotar a Rusia.

Los ataques sobre Járkiv y Kiev se producen dos días después de que funcionarios nombrados por Moscú en el este de Ucrania reportaron que bombardeos ucranianos dejaron al menos 27 muertos a las afueras de la ciudad de Donetsk, ocupada por las tropas rusas. El vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, describió el incidente como “un monstruoso acto terrorista”.

El ejército de Ucrania, por su parte, negó su implicación en el ataque.

Peskov apuntó que los ataques del martes no deben considerarse como una respuesta de Moscú al ataque a Donetsk y repitió el argumento del Kremlin de que sus fuerzas no atacan zonas civiles, aunque existen abundantes evidencias de lo contrario.

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Muerte de ucranianos desata la indignación internacional

La muerte de civiles ucranianos ha servido para despertar la indignación internacional por la invasión rusa de su país vecino, y las autoridades ucranianas han recurrido a esos ataques en sus intentos por lograr más ayuda militar de sus aliados.

La firmó el martes un contrato de 1 mil 200 millones de dólares para fabricar decenas de miles de cartuchos de artillería con los que reponer los menguantes arsenales de los socios y abastecer a Ucrania con más munición.

El primer ministro de Polonia, Donald Tusk, fue el último mandatario extranjero en visitar Ucrania y, durante su estancia en Kiev, el lunes, anunció un nuevo paquete de ayuda que incluye un préstamo para comprar armas más grandes y un compromiso para buscar vías para fabricarlas de forma conjunta.

Los aliados de Kiev han tratado de reafirmar el compromiso con su defensa en el largo plazo ante la preocupación de que el apoyo de Occidente pudiera estar disminuyendo. El primer ministro de Reino Unido, , y el ministro de Exteriores de Francia también visitaron el país en lo que va de año.

Pero Estados Unidos, el principal proveedor de Ucrania, dijo que no puede suministrarle más munición ni armas.

A la espera de que el Congreso apruebe un presupuesto y fondos adicionales para el conflicto ucraniano, Washington recurrirá a sus aliados para seguir salvando las distancias con Moscú.

Además, Rusia disparó también el marte misiles sobre Pavlohrad, en la región oriental de Dnipropetrovsk, donde una mujer de 43 años falleció y dos escuelas y ocho edificios de gran altura sufrieron daños, de acuerdo con la oficina presidencial.

En Balakliia, en la región de Járkiv, un hombre de 88 años y una mujer de 78 fueron rescatados de entre los escombros de una vivienda tras un bombardeo ruso.

En el sur de Ucrania, las fuerzas rusas atacaron la ciudad de Beryslav con aviones no tripulados que mataron a un hombre de 69 años que circulaba en moto.

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