La guerra contra el fentanilo
El fentanilo es la droga sintética más mortífera inventada hasta ahora. Mucho más potente que la heroína, más barata y más adictiva, puede acabar con la vida de un consumidor en solo tres meses de consumo consuetudinario. En 2014 un cartel mexicano la llevó a Estados Unidos; desde entonces su consumo ha crecido en forma exponencial en todo los sectores y etnias. Se estima que en 2022 murieron en ese país 110 mil adictos por causa del fentanilo, lo que equivale a más de 300 diarios.
Los reclamos estadounidenses en contra de México están más que justificados. Fueron mexicanos los que introdujeron la droga, los que la producen y el principal proveedor. Pero el problema de adicciones y muertes por fentanilo no está solo en Estados Unidos. Baste darse una vuelta por Tijuana y Cd Juarez, para confirmar como esta droga hace estragos también en México. Y a esto hay que sumar toda la violencia y delitos asociados a la producción y tráfico de drogas.
El gobierno de México jamás acepta culpas de nada y culpa de las crisis del fentanilo a China. Sin embargo, el problema es cada día más grave para la salud de los mexicanos, para la relación de México con Estados Unidos y para la credibilidad del gobierno de México, aquí y en China. La crisis del fentanilo será uno de los más trágicos legados de la 4T a los mexicanos. Luis Herrera Lasso M. Director del Grupo Coppan
Milgram y la corrupción de la DEA
Emerson Segura
En semanas recientes, Anne Milgram acudió al Capitolio para buscar ayuda del Congreso para un incremento presupuestario de casi el 4% para combatir la crisis de fentanilo que provocó más de 100 mil muertes por sobredosis el año pasado.
Si bien destinó buena parte de su exposición -en un tono victimista- a culpar exclusivamente a los capos mexicanos de la situación en Estados Unidos, se topó con duros cuestionamientos por parte de legisladores de la Comisión de Asignaciones en torno a millonarios contratos que la DEA otorgó para “planeación y comunicación estratégica”, lo cuales, fueron sin licitación. Los contratos habrían incluido personas que Milgram conocía de su paso época como Fiscal General de Nueva Jersey y como profesora de Derecho de la Universidad de Nueva York. “El inspector general está realizando una revisión administrativa de algunos contratos de la DEA, lo cual me parece bien, y no voy a adelantarme al inspector general ni a hablar más del tema mientras continúe esa revisión”, minimizó Milgram.
Posteriormente, se negó a contestar acerca si el gobierno mexicano está colaborando o no para frenar la actual situación por el fentanilo, esto, al mismo tiempo que funcionarios del gobierno de Biden reconocían la sintonía con el gobierno mexicano para combatir la producción y tráfico de fentanilo. ¿La causa? Posiblemente las tensiones entre agencias estadounidenses y el mismo gobierno de Biden. El cual, es un buen punto de partida para analizar y entender de manera más profunda la delicada situación que, como se ha documentado, no es exclusiva de la relación bilateral, sino que es un problema global.
Emerson Segura
@Emer_Seg
Periodista y analista político
EL ASUNTO DE LAS ARMAS
Por Jesús Isaac Flores Castillo
La relación bilateral entre México y Estados Unidos es una de las más complejas en el mundo, por la asimetría de sus actores y por la multiplicidad de temas que la conforman. La seguridad fronteriza es uno de los elementos destacados de la agenda y ambos gobiernos han mostrado voluntad para abordarlo, el Entendimiento Bicentenario (enfatizando la responsabilidad compartida) es el mejor ejemplo.
El flujo ilegal de armas desde el norte de la frontera es un fenómeno de seguridad de consecuencias importantes en ambos países. En Estados Unidos, el derecho a la portación de armas es objeto de choques culturales, interpretaciones legales y argumentos políticos que sólo los ciudadanos estadounidenses podrán resolver. Hay que tomar en cuenta el ecosistema que rige las relaciones entre el gobierno federal en aquel país y las empresas fabricantes de armas, quienes gozan de una protección legal que las exime de responsabilidades civiles para con los consumidores de sus productos.
Dicha situación no genera los mejores incentivos para detener eso que Ioan Grillo llama “el río de hierro” de armas ilegales que, en manos del crimen organizado, son un factor altamente disruptivo en la sociedad mexicana. Hay razones para el optimismo, la Ley de Comunidades Seguras, firmada por el presidente Joe Biden el 25 de junio de 2022, representa un cambio de paradigma en el tratamiento del problema, expandiendo las facultades de las agencias de seguridad federales para combatir el tráfico de armas dentro de Estados Unidos y hacia el exterior.
Jesús Isaac Flores Castillo, candidato a doctor en Seguridad Internacional por la Universidad Anáhuac y asociado COMEXI.
MÉXICO, CHINA Y EL FENTANILO
La respuesta oficial que el gobierno de Pekín ofreció a la reciente carta que el presidente López Obrador dirigió a su homólogo Xi Jinping, solicitando la colaboración de las autoridades chinas para detener los embarques de fentanilo a nuestro país, se presentó de manera inmediata, puntual y diplomática, a través de sus canales habituales.
Apenas dos días después de recibida una vocera de su Ministerio de Asuntos Exteriores dio formal respuesta a la misiva, sin rehuir al tema en cuestión y señalando los diferentes aspectos que lo conforman. Podemos resumir la contestación china en cinco puntos fundamentales:
1. China y México disponen de un canal fluido de cooperación bilateral en el combate al narcotráfico y una permanente comunicación por parte de las autoridades competentes de ambos países. El del tráfico ilegal de fentanilo -presuntamente proveniente de China a México- no había, hasta ahora, figurado con esa puntualidad en la agenda de cooperación bilateral en la materia.
2. Indicó que, en ese sentido, China no había sido notificada formalmente por México sobre la incautación de precursores de fentanilo catalogados como procedentes de China. No obstante, aclaró que desde 2019 China se convirtió en el primer país del mundo en poner bajo estricto control toda la clase de sustancias relacionadas con el fentanilo, “cubriendo categorías que superan con creces las establecidas por las convenciones de la ONU sobre el control de drogas”.
3. China ha cumplido su papel como un país responsable en la respuesta al problema global de las drogas en el marco de las convenciones de la ONU en esta materia, y mantendrá en todo momento su colaboración tanto en el frente multilateral, como en el bilateral. Agregó.
4. En el caso particular del fentanilo consideró que Estados Unidos es el país que enfrenta el mayor problema, que no ha logrado controlar su circulación y consumo doméstico, y que el número considerable de muertes por esta sustancia resulta de una enorme gravedad, siendo un problema estrictamente interno para el que su gobierno debe tomar las medidas necesarias. No se puede, puntualizó en la respuesta, repetir la vieja fórmula por la cual EEUU pide a otros países “tomar determinada medicina, cuando son ellos quienes padecen la enfermedad”.
5. Reiteró su apoyo a México en la defensa de su soberanía contra la injerencia extranjera e hizo un llamado a detener “las prácticas hegemónicas, prepotentes e intimidatorias” contra nuestro país. Al mismo tiempo -concluyó la vocera- esperamos que la parte mexicana tome medidas antinarcóticos más enérgicas”.
Desde 2019 el gobierno chino tomó medidas significativas para regular mejor los numerosos productos químicos y sus análogos asociados con la producción de metanfetaminas y fentanilo. Dichas medidas han tenido un impacto inmediato en el mercado, según lo reconoció tanto la Comisión del Senado de Estados Unidos para combatir el tráfico de opioides sintéticos, como el informe del Brookings Insitute sobre las drogas sintéticas procedentes de China.
Aun así, no está claro si China ha abandonado por completo la producción de fentanilo. Esto se debe, en parte a la dificultad de regular una industria química tan grande. No hay que olvidar que China cuenta con la mayor industria química del mundo, con hasta 160.000 empresas químicas que operan en el país, según estimaciones del gobierno estadounidense.
La respuesta está ahí. Toca ahora a México analizar y en su caso responder a estos pronunciamientos.
Sergio Ley López. Embajador en China (2001-2007)
Tema prioritario para la élite de EU
Nadie debe subestimar la importancia política de la crisis del fentanilo aquí en EU, ni el potencial para que se convierta en un tema altamente incendiario en la agenda bilateral. En un momento en que la relación México-Estados Unidos ya enfrenta una serie de desafíos de alto perfil en forma de disputas comerciales y de inversión, migración, cómo abordar la violencia y visiones del futuro totalmente opuestas, el hecho de que México no acepta ninguna responsabilidad por la crisis del fentanilo se ha convertido en una fuente importante de angustia y profunda preocupación entre múltiples grupos poderosos en Washington y en todo Estados Unidos.
No importa cómo el presidente López Obrador puede negar que México es una fuente de fentanilo, ignorar el creciente problema de la demanda de la droga dentro de México y su devastador impacto en la salud pública o plantear el espectro de la intervención de Estados Unidos, es innegable que ahora es un tema prioritario para las élites políticas estadounidenses.
Hay un número de razones para esto. El primero y más obvio es el enorme y creciente número de muertes causadas por el fentanilo en EU. Con más de 70 mil personas muriendo por sobredosis de fentanilo en 2022 y más de 100 mil por sobredosis de drogas en general, la epidemia de opiáceos se ha convertido en una de las principales causas de muerte en todo el país.
Esto lleva al segundo punto: es una droga tan poderosa, tan peligrosa, tan fácil de mezclar con otros narcóticos y tan poco científicamente dosificada por los grupos del crimen organizado que da la sensación de que está fuera de control, que no hay límites, y que se requieren soluciones drásticas.
Esto le da a la epidemia su tercer y más convincente ímpetu político: la epidemia ha afectado a todos los estados, todas las regiones, todos los niveles socioeconómicos de los Estados Unidos. Esta no es una droga que sólo afecta a un grupo demográfico en particular, y se ha convertido en una amenaza para las familias blancas de los suburbios tanto, si no más, que las minorías urbanas. Debido a que ha afectado a muchas familias de clase media, el mismo grupo demográfico que ambos partidos están tratando de cortar en las próximas elecciones, deben prestarle atención.
Y eso lleva a la cuarta razón por la cual este es un tema tan poderoso y representa una gran amenaza para la relación bilateral. Existe un creciente consenso bipartidista de que es necesario hacer algo. Esto no sólo ha sido identificado por las administraciones de Trump y Biden como un tema prioritario, sino que los candidatos a cargos públicos en todo el país a nivel federal, estatal y local claman que se tomen medidas para abordar la crisis. El fentanilo se ha convertido, para muchos, en el enemigo público número uno.
La quinta razón es que los crecientes flujos de fentanilo desde México están vinculados a otros dos temas que hoy tienen un alto grado de relevancia política en Washington.
El primero es la frontera y la percepción de que la frontera está fuera de control y que se deben tomar medidas drásticas para hacer que la frontera suroeste sea más segura. Si bien esto se escucha más desde la derecha que desde la izquierda del espectro político, no cabe duda de que los políticos de ambos partidos están enfocados en la frontera.
El segundo problema relacionado es China, la fuente de los productos químicos que se utilizan para fabricar fentanilo. La histeria sobre el papel de China en el mundo es el hilo conductor más importante en Washington hoy, y la súplica de AMLO a China para que detenga los flujos ilegales de fentanilo no ayudará a su causa.
Por último, debemos hablar del momento actual del ciclo político: 18 meses antes de una elección presidencial en Estados Unidos, con posibles candidatos compitiendo por el puesto y, particularmente en la derecha, buscando oportunidades para atraer la atención de los medios. México ha sido a menudo una piñata popular en la política electoral estadounidense, y el ciclo actual no es una excepción.
Otro presidente y otra administración en México podrían aceptar el desafío, buscar una agenda de responsabilidad compartida y llegar al Congreso de Estados Unidos, al estadounidense ya la comunidad internacional.
México carece hoy de ese tipo de liderazgo y, en cambio, seguirá negando, ofuscando, ignorando y buscando echar la culpa a otros. Mientras tanto, la relación sufrirá, mies más morirán en EU y México, y la confianza bilateral se erosionará.
Duncan Wood. Vicepresidente de Estrategias y Nuevas Iniciativas en el Wilson Center
Corcholatas, ¿algo qué decir del fentanilo?
Sebastián Erdmenger es asociado COMEXI.
Estados Unidos registra más de 200 muertes diarias por sobredosis de fentanilo. En México, se rebasaron los 150,000 homicidios en lo que va del sexenio, según datos oficiales. Es natural que el combate al crimen organizado sea central en las discusiones electorales del 2024; aquí y allá.
Recientemente, InSight Crime publicó un profundo estudio mostrando la compleja cadena de suministro del fentanilo. El texto señala que, aunque para su fabricación se utilizan precursores químicos ampliamente regulados, también se emplean pre-precursores y químicos esenciales, sustancias legales usadas en industrias como la cosmética o de alimentos.
Por ello, se requiere de una coordinación multilateral en todos los niveles, inteligencia conjunta y la homologación de marcos legales internacionales. Eso no está sobre la mesa hoy.
AMLO insiste que en México no se sintetiza fentanilo; pese a reportes del Ejército filtrados por Guacamaya evidenciando que el 76% de las pastillas de fentanilo en EEUU vienen del Cártel de Sinaloa.
Del otro lado, la Casa Blanca no encuentra soluciones concretas al problema, mientras está rebasada lidiando con la inflación, el techo de deuda, la crisis migratoria, China o Ucrania. Enfrente, un Partido Republicano cuyas máximas figuras insisten en utilizar Marines en territorio mexicano.
No es visible un cambio de estrategia en el corto plazo, por eso es fundamental que destapados, corcholatas y candidateables empiecen a presentar ya sus propuestas para abordar el tema. De lo contrario, seguiremos contando cifras en ambos lados del Río Bravo.