Las infidelidades cuestan caro. Y si no, que le pregunten a Nicolás Petro, el hijo del presidente colombiano Gustavo Petro. Haber engañado a su esposa Day Vásquez le costó no solo el matrimonio, sino terminar acusado de enriquecimiento ilícito y lavado, y colaborando con la justicia aunque eso signifique traición filial.
La confesión bomba de Nicolás: que sí recibió dinero ilegal, y que parte de ese dinero ilegal fue para la campaña presidencial de su padre, pone al actual mandatario bajo las cuerdas y en una posición totalmente distinta a la que tenía cuando se anunció la acusación contra su hijo y dijo que no se interpondría, que garantizaría transparencia y justicia.
Pensar que todo comenzó con la infidelidad de Nicolás, que llevó a Day a cobrar venganza y revelar a la revista Semana que su expareja había recibido dinero del narco. En específico, de Samuel Santander Lopesierra, que pasó 18 años preso en Estados Unidos por tráfico de drogas. Pero también del “turco” Hilsaca, señalado por homicidios. Cada uno habría dado a Petro Jr el equivalente a unos 102 mil dólares. Cuestionada, Day dijo que el dinero estaba destinado a la campaña de Petro, pero que Nicolás se lo quedó para darse “una vida de lujos” (y serle infiel).
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Destapado el escándalo, y detenido su hijo, Gustavo Petro usó sus redes sociales para asegurar que no obstaculizaría a la justicia, que el juicio sería transparente y que su hijo tendría que “reflexionar” sobre sus acciones y pagar sus errores.
Pero el martes 1 de agosto, cuando Nicolás se dio cuenta de la magnitud del caso en su contra, y de que podría pasar años en prisión, lloró –así lo narra El Tiempo- y dijo, después de haber jurado que era inocente, que por el bien de su nueva familia y el hijo que viene en camino, “colaboraré con la justicia”.
La “colaboración” se ha convertido en una herida filial, que podría ser fatal, para el presidente Gustavo Petro. De padre aleccionador pasó a mandatario acusado.
El fiscal Mario Burgos lo dijo claro: Nicolás Petro “aportó información… sobre hechos que conoce y son de preocupación para el país”. Porque si Vásquez deslindó al mandatario, el hijo de éste clavó una estocada. Según el fiscal, Nicolás confesó que del dinero ilegal que recibió, “unos ingresaron a sus arcas y otros a la campaña presidencial de 202”.
No se quedó ahí, sino que además el dinero “habría superado los topes mínimos permitidos por la ley y una parte de ellos no habría sido debidamente reportados ante las autoridades electorales”.
Ya existe, de hecho, una denuncia por irregularidades en la campaña de Petro: violación de los topes de campaña, financiación con fuentes prohibidas y omisión de información. De ahí lo grave de la acusación del propio hijo del presidente, que podría derivar en una investigación en la Comisión de Acusación de la Cámara de Representantes.
Por ahora, son solo los dichos de Petro Jr. Y para el presidente, el daño se limita a verse señalado por su propio hijo. Pero es apenas el principio de un caso que podría marcar el inicio del fin de su presidencia si se comprueban los ilícitos.
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asf