Decenas de miles de personas, en más de un centenar de ciudades, protestaron este sábado en Francia por el pase de salud y la vacunación obligatoria contra el Covid-19 para determinadas profesiones.
Le Monde recuerda que una gran mayoría de franceses (76%) aprueba la decisión del presidente, Emmanuel Macron, de hacer obligatoria la inmunizacion para los trabajadores de la salud y otras profesiones, con sanciones, según una encuesta de Elabe para BFM-TV el 13 de julio.
En París, de acuerdo con Le Monde, hubo incidentes esporádicos entre las autoridades y manifestantes. Cientos de manifestantes se separaron de las procesiones oficiales para tomar la dirección de los Campos Elíseos.
Desconcertada, la policía se vio rápidamente abrumada por la multitud mucho más virulenta que la de las procesiones oficiales. “¡Libertad, libertad!”, gritaban. Los inconformes aprovecharon la oportunidad para patear vehículos policiales o arrojarles proyectiles, menciona Le Figaro.
En Toulouse , varios miles de personas se reunieron en el centro de la ciudad detrás de carteles que decían: "No pasaran" y "Libertad". El medio indica que hubo presencia de participantes de los chalecos amarillos. También hubo concentraciones en Marsella, Niza y Montpellier.
El sábado 17 de julio, unas 110 mil personas se manifestaron en toda Francia contra la vacunación, la "dictadura" o el pase de salud, incluidas 18 mil en París divididas en varias procesiones y 96 mil en el resto del país, según el ministerio de Interior.
Los legisladores franceses deben votar este fin de semana un proyecto de ley elaborado por el gobierno destinado a establecer un pase de salud y la vacunación obligatoria para los trabajadores de la salud.
Aunque la mayoría de los manifestantes mantuvieron la calma, en la marcha cerca de la Bastilla, alguien arrojó una silla a la policía, que respondió con gases lacrimógenos. Se vieron otros proyectiles en un video del incidente.
Muchos manifestantes dirigieron su furia al “pase de salud” obligatorio para entrar a museos, cines y sitios turísticos. El proyecto en debate obligaría a usar el pase para entrar a bares, restaurantes otros locales. Para obtener el pase es necesario estar vacunado, dar negativo en un test o demostrar que uno se ha curado del virus.
Entre los legisladores hay diferencias en cuanto a la obligatoriedad de los pases o de la vacunación en algunos sectores como los trabajadores de la salud.
El fin de semana pasado más de 100.000 personas protestaron contra las medidas. Entre ellas había políticos y activistas de extrema derecha además de gente enojada con el presidente Emmanuel Macron por otras razones.
Los miembros que le restan al movimiento de chalecos amarillos intentan aprovechar el proyecto sobre el coronavirus para reavivar la llama. El movimiento comenzó en 2018 para oponerse a las injusticias económicas percibidas y provocó choques violentos con la policía durante varios meses, pero perdió fuerza cuando el gobierno respondió a muchos de sus reclamos.
Con información de AP
lsm