Cientos de sobrevivientes del huracán Dorian han huido de las Bahamas, mientras miles más esperan desesperadamente ser evacuados de las devastadas islas.
El huracán arrasó las islas caribeñas a comienzos de esta semana, dejando atrás una estela de destrucción y una crisis humanitaria.
La cifra oficial de muertos ascendió a 43 el viernes, pero se espera que aumentará significativamente, según dijeron las autoridades a los medios locales.
En medio de los operativos de rescate, muchos sobrevivientes se apresuran a que los evacúen.
El viernes, multitudes desesperadas por salir se abarrotaron en los puertos de Gran Ábaco y Gran Bahama, dos de las islas peor afectadas por el ciclón.
Los ánimos se acaloraron cuando los sobrevivientes, que cargaban lo poco que les quedaba, se quejaron de las "caóticas" y lentas evacuaciones.
El primer ministro de Bahamas, Hubert Minnis, habló con los sobrevivientes en el puerto de Ábaco para pedir calma y prometer más transporte gratuito.
Más tarde el viernes, Minnis confirmó que la cifra de muertos había ascendido a 43. "La pérdida de vida que estamos viendo es catastrófica y devastadora", dijo en un comunicado.
Ahora el huracán Dorian, que ha descendido a categoría uno, se encuentra desplazándose a lo largo de la costa atlántica de Estados Unidos, hacia Nueva Escocia, Canandá.
Cientos de personas que rehusaron evacuar la isla de Ocracoke, en Carolina del Norte, se vieron atrapadas el viernes en la mañana, cuando el huracán tocó tierra en EU.
Muchas de las evacuaciones del viernes se llevaron a cabo en barcos y aviones privados, mientras el gobierno bahamés esperaba la llegada de trasporte adicional.
Los helicópteros y embarcaciones que se han desplazado podrían retrasarse debido a las severas inundaciones, declaró el ministro de Salud de Bahamas.
Unas 250 personas evacuaron Ábaco en barcos con destino la capital Nassau. La emisora National Voice of the Bahamas informó que otra embarcación con cientos abordo se encontraba en camino.
Otras 200 personas fueron evacuadas de Ábaco en vuelos de la aerolínea Bahamasair.
En Gran Bahama, un gran barco crucero que ofrecía trasporte gratis a Florida, permitió el abordaje de pasajeros con permiso de entrada a EU.
Una de las sobrevivientes, Firstina Swain, de 75 años, dijo a la agencia noticiosa Reuters que "la gente de Ábaco necesita salir", porque "hay demasiados cuerpos".
"Nadie puede ayudar a nadie en Ábaco, no hay lugar seguro, todo está destruido", dijo.
De acuerdo a la ONU, por lo menos 70 mil bahameses tienen necesidad inmediata de asistencia humanitaria después de que sus viviendas fueran destruidas por el huracán. La isla tiene una población de unos 400 mil.
El primer ministro y su gobierno han sido criticados por la lentitud de su respuesta a la crisis humanitaria.
Se dice que el caótico control aéreo está obstaculizando los operativos de asistencia y evacuación, según reporta el diario Miami Herald.
A las 03:00 del sábado, Dorian se encontraba 325 km al sur de la isla de Nantucket, estado de Massachusetts, desplazándose a 41 km/h.
El Centro Nacional de Huracanes de EU (NHC), informó que Dorian se dirige "rápidamente" hacia Nueva Escocia.
Según el pronóstico del NHC, Dorian deberá "atravesar Nueva Escocia tarde el sábado".
Los meteorólogos dijeron que 25 centímetros de lluvia había caído entre Charleston, Carolina del Sur y Wilmington, a unos 270 km en Carolina del Norte.
Dorian impactó las Bahamas como huracán de categoría cinco, con vientos de hasta 298 km/h. Igualó la mayor velocidad de viento jamás registrada al tocar tierra, y se mantuvo sobre las áreas afectadas durante dos días.
Las autoridades dicen que cientos, posiblemente miles, todavía se encuentran desaparecidos y que la cifra final de muertos podría ser "impactante".
La Cruz Roja Internacional teme que 45% de las casas en Gran Bahamas y Ábaco -una 13 mil viviendas- han quedado severamente dañadas o destruidas.
Parte de las Bahamas recibieron hasta 89 cm de lluvia, dejando grandes áreas inundadas.
Las isla de Gran Ábaco ha quedado virtualmente inhabitable, con cuerpos amontonados, sin agua, electricidad ni comida. Se han conformado milicias para evitar el saqueo, dicen los medios locales.
La imágenes aéreas sobre Ábaco muestran kilómetro tras kilómetro de destrucción, con techos arrancados, escombros desparramados, autos, contenedores y barcos volcados y altos niveles de inundación.
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