San José/Ciudad Hidalgo, Chiapas.— La violencia estalló anoche en el sector central de la frontera hondureño-guatemalteca, luego de que la caravana de miles de migrantes irregulares que salió ayer de Honduras hacia México y Estados Unidos rompió los controles policiales y penetró a la fuerza por Guatemala, donde unidades antimotines intentaron sin éxito hacerlos retroceder porque los viajeros pudieron internarse al país.
La situación complicó el conflicto migratorio, en un enfrentamiento que continuó anoche en el puesto fronterizo de El Florido. Tras congregarse desde el pasado jueves en la tarde en una terminal de autobuses de la norteña ciudad hondureña de San Pedro Sula, los migrantes emprendieron el viaje ayer cerca de las 05:00 horas (mismo tiempo en el centro de México) y empezaron a trasladarse a la frontera de Honduras con Guatemala. La Cruz Roja de Honduras y de Guatemala anunciaron el jueves que se prepararon para ofrecer asistencia a 6 mil personas. “La situación migratoria refleja una crisis humanitaria permanente”, dijo el guatemalteco Nery Rodenas, director de la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala.
“Es un síntoma de una enfermedad que muestra que los gobiernos corruptos con impunidad en donde surgen estas migraciones no atienden a las personas. La pandemia no es un obstáculo suficiente para anular estas migraciones que podrían reducirse, pero seguirán dándose”, debido a las dificultades económicas y la violencia, dijo Rodenas a EL UNIVERSAL.
Sin visas de México y de EU, infantes, adolescentes, jóvenes y adultos hondureños repitieron al amanecer de ayer un rito que ganó fuerza en octubre de 2018 al reactivarse las caravanas. Un primer grupo, de unas 250 personas, comenzó el recorrido al anochecer del miércoles anterior en San Pedro Sula.
De los que salieron ayer, unos 300 se filtraron a Guatemala por pasos ciegos limítrofes del noroccidente de Honduras, pero fueron interceptados y retenidos por militares guatemaltecos a unos 40 kilómetros al oeste, según reportes enviados desde la zona a este diario.
Guatemala, que el jueves desplegó militares, policías, diplomáticos, fiscales, agentes migratorios y equipos de salud, derechos humanos y socorro y decretó estado de prevención por 15 días en siete departamentos (estados) por la llegada de los hondureños, ratificó ayer que sólo dejará entrar a los que prueben que son negativos de la enfermedad y porten pasaporte o documentos al día.
Honduras estableció retenes en sitios aledaños a Guatemala.
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador desplegó a más de medio millar de efectivos del Ejército, Guardia Nacional, Policía Federal y del Instituto Nacional de Migración (INM) sobre la orilla del río Suchiate. De acuerdo con el INM, el despliegue de las fuerzas federales y de salud es para asegurar que en caso del arribo de la caravana de migrantes de Honduras, su llegada sea de manera segura, ordenada y regular; además de que se acaten las medidas sanitarias.