San José.— Aunque su única meta es llegar a México para intentar pasar a Estados Unidos, entre 600 y mil cubanos, haitianos, africanos y asiáticos están atrapados en Necoclí, comunidad caribeña de Colombia, en el oriente del golfo de Urabá, sin poder proseguir el viaje por mar y por tierra a Panamá y al resto de Centroamérica, por el rechazo de la población colombiana al negocio de la masiva e incesante migración irregular del sur al norte del continente americano.
Obligados por los pobladores, los lancheros colombianos suspendieron desde mediados de este mes el transporte por mar de migrantes irregulares de Necoclí y de Turbo, comunidad costera oriental de Urabá, a Capurganá, en el sector occidental del golfo, confirmaron fuentes de la zona.
“Queremos llegar a México”, dijo la cubana Niurka González, de 30 años, en una entrevista telefónica ayer con EL UNIVERSAL desde Necoclí.
“Para entrar legalmente a Estados Unidos debemos demostrar a ese país que tenemos ‘miedo creíble’ de vivir en Cuba”, añadió, al recordar que Washington suspendió en enero de 2017 la política de “pies secos-pies húmedos” que desde 1995 otorgó beneficios a los cubanos que ingresaron a suelo firme estadounidense y repatrió a los sorprendidos en el mar.
“Iremos de Colombia a la selva panameña. Ojalá que Panamá evite deportarnos a Cuba. Si me deportan, sería como que me enviaran a una prisión”, alertó, al narrar que viaja con su esposo, Yosdani Ajete, de 28, y su hijo, Justin, de tres. Los tres volaron en noviembre pasado de Cuba a Guyana, país fronterizo con el oriente de Venezuela que exoneró de visa a los cubanos, y luego fueron por tierra a Brasil, Perú, Ecuador y Colombia.
A las orillas del mar. El transporte marítimo se reanudará hoy de Turbo y Necoclí, del noroccidental departamento (estado) de Antioquía, a Capurganá, del noroccidental departamento de Chocó, que es limítrofe con Panamá. Al suspenderse el servicio, una parte de los migrantes acampó en una playa de Necoclí en condiciones precarias de higiene, salud y alimentación, y otra en Turbo.
El número exacto de migrantes atrapados es impreciso, pero informes obtenidos por este periódico entre los viajeros y los pobladores de la región señalaron que hay un mínimo de 600 y un máximo de mil y que cerca de 70% son cubanos.
El colombiano Fabricio Martín, administrador del muelle de Turbo, informó a este diario que los migrantes viajarán hoy por mar de esa localidad y de Necoclí a Capurganá, donde serán atendidos por agentes migratorios de Colombia para que sigan por tierra o por mar a Panamá.
Sostienen reunión en Panamá. Migración Colombia reportó ayer a EL UNIVERSAL que desde hace una semana tiene presencia en Urabá en diálogo permanente con autoridades regionales. El colombiano Christian Krüger, director de Migración, está en Panamá en negociaciones con el gobierno panameño.
Los migrantes irregulares y/o indocumentados pasan de Panamá a Costa Rica por cruces limítrofes “ciegos” y avanzan al norte de Centroamérica por diferentes medios. Ante una expedición similar en febrero pasado, Panamá anunció que repatriaría a todos los extranjeros.