“Ya es una realidad la decisión del presidente Joe Biden, dar un giro de 180 grados a la política migratoria del presidente Trump, que desmanteló la política de asilo, aumentó los controles de la frontera y cerró gradualmente las vías de acceso legal a Estados Unidos”, aseguró a EL UNIVERSAL Guadalupe González, profesora e investigadora del Centro de Estudios Internacionales del Colegio de México.
“En los últimos cuatro años la política fue cerrar las vías de entrada tanto para migrantes económicos como para los asilados. Esto con grandes sufrimientos para las poblaciones migrantes, con obstáculos múltiples, el mayor la separación de familias”, añadió en entrevista.
Tras la llegada de Biden a la presidencia de Estados Unidos, González, Alan Bersin y Theresa Brown, hablaron con esta casa editorial sobre cuáles serán los primeros pasos del gobierno demócrata en este tema clave para México.
Alan Bersin, quien fue el comisionado de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) en la administración de Barack Obama, se refirió a las tres órdenes ejecutivas firmadas por Biden el 2 de febrero, con acciones dirigidas a revisar los cambios que se hicieron durante la administración de Donald Trump a las leyes de inmigración de EU y a los protocolos.
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Específicamente ordenaron al secretario de Seguridad Nacional examinar los Protocolos de Protección a Migrantes (Quédate en México) y hacer recomendaciones de cómo revertir el proceso de miles de casos atorados en el sistema, y dar apoyo humanitario a alrededor de 18 mil individuos que permanecen en la frontera norte de México, establecer un equipo de trabajo que tome acción inmediata para reunir a las familias que fueron separadas en la era Trump y permanecen divididas, y revisar las políticas de la administración anterior que crearon barreras para obtener los beneficios del sistema legal de inmigración incluyendo residencia permanente (Green Cards) y estatus de nacionalización ciudadana.
Bersin, quien fue Subsecretario de Política y Asuntos Internacionales en el Departamento de Seguridad Interior y participó con Janet Napolitano en la creación del programa DACA, que permite que los jóvenes que llegaron a EU siendo niños, con sus padres migrantes, puedan estudiar y trabajar sin ser deportados, explicó que hasta el momento no ha habido una reacción pública amplia en torno a las órdenes y habrá que esperar a las respuestas de los líderes políticos.
Entre las tres órdenes ejecutivas firmadas por Biden destaca la que se refiere a la reunificación familiar de entre 500 y 600 niños que permanecen separados de sus padres por la política de Tolerancia Cero de Trump, en cuyo gobierno fueron separadas entre 5 mil y 5 mil 500 familias. Biden, coinciden Bersin y Brown, ha dado a esta orden un carácter de urgencia, como revela la designación de un equipo de trabajo para llevar adelante la tarea. Se definirán políticas o regulaciones por parte de los Departamentos de Estado, de Seguridad Interior, de Salud y Servicios Humanos, explicaron.
Por ahora, lo esencial es que Biden está dando un giro importante para introducir cambios a la política migratoria, a través de órdenes ejecutivas, como en el caso del DACA para los llamados dreames, 700 mil jóvenes, al que Trump ordenó poner fin.
Bersin consideró que para su estabilidad DACA requerirá ser aprobado por el Congreso. Ahora está en una especie de impasse, porque la Corte Suprema al recibir la petición de Trump de anular el programa no resolvió y dijo que el tema estaba mal planteado y se abordaría tras las elecciones. Difícil anularlo cuando los 700 mil jóvenes dreamers cuentan el apoyo de 70% de los estadounidenses. Se lo han ganado a pulso: destaca el trabajo de los jóvenes en los hospitales, en las universidades y en todos los centros de trabajo. Otro cambio en materia migratoria en el que se trabaja es la legalización de 11 millones de indocumentados (la mayoría mexicanos) que viven y trabajan en EU.
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“El camino es largo y la aprobación no será fácil, pero es una realidad que el trabajo de los indocumentados es necesario en diversos campos”, subrayó Brown, directora de Política Migratoria y de Cruces Fronterizos del Bipartisan Policy Center. “Si no fuera necesario su trabajo no estarían en EU, sus contribuciones son importantes, reconocidas en momentos de crisis como los actuales, se les ha considerado como trabajadores esenciales en la agricultura”, insistió.
La Cámara Alta, con 50 senadores demócratas y 50 republicanos, tendría que aprobar esta iniciativa, pero por ahora parece complicado: la división es total entre los demócratas, que están a favor, y los republicanos, que están en contra. “Desde 1986 no se ha aprobado en Estados Unidos una reforma migratoria, pero llegó Tump y durante cuatro años llevó adelante una contrarreforma”, explicó González.
Bersin coincidió en que “Biden tiene la enorme tarea de reconstruir lo destruido por Trump”, quien se apoyó en una base electoral opuesta a la migración y en el supremacismo blanco que rechazó los resultados de la elección presidencial del pasado 3 de noviembre, lo que derivó en el ataque al Capitolio, el 6 de enero.
Durante los últimos cuatro años se agudizó la discriminación de latinos y mexicanos, y destacadamente de los afroamericanos. Black Lives Matter se convirtió en un movimiento contra la discriminación. Trump dejó un país profundamente dividido.
En relación con el tema de la seguridad fronteriza, Biden ordenó ya detener la construcción del Muro de Trump en la frontera con México, al comprender que ésta es un punto de contacto entre los dos países. “Vemos que Biden da una menor importancia a la frontera como una barrera, por el contrario, la ve como un espacio de intercambio binacional donde la gente buena podría tener puertos de entrada con un control de tecnologías”, dijo Brown.
Un tema crucial son los flujos migratorios. Los migrantes y solicitantes de asilo en EU avanzan desde Guatemala, Honduras y El Salvador; hay detenciones en las fronteras de México con Guatemala y de México con EU. “Biden busca trabajar con México y con los países que envían migrantes y sobre las causas de la migración” que son, indicó Brown, centralmente, “la pobreza y la inseguridad o violencia criminal, en los países del llamado Triángulo del Norte: Guatemala, Honduras y El Salvador”.
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“El tema de los flujos migratorios es crucial”, advirtió Bersin. “Se requiere un trabajo conjunto de mediano y largo plazos en el que participen los gobiernos de EU, México, Guatemala, Honduras y El Salvador para construir estrategias de desarrollo y seguridad, contra la pobreza y la violencia criminal. Tomará tiempo construir y se requiere la participación de los cinco países”.
El excomisionado de la CBP puso el acento en la crisis provocada por los flujos migratorios, siendo este un gran tema a resolver. “Huyendo de la pobreza y la violencia criminal miles cruzan la frontera de Guatemala con México, unos son detenidos y otros, los menos, avanzan intentando cruzar territorio nacional y llegar a la frontera con EU”.
México tiene en la frontera con Guatemala miles de detenidos para evitar los cruces, en condiciones de hacinamiento y violación a los derechos humanos, y en la frontera con Estados Unidos están los solicitantes de asilo que son regresados por territorio mexicano fronterizo en las mismas condiciones que en la frontera sur. Biden, afirmó Bersin, “está dispuesto a trabajar con México y los países del Triángulo del Norte. La participación de México es no sólo importante sino crucial como puente”.
Frente a los flujos migratorios hacia EU, se requiere un trabajo conjunto de mediano y largo plazos en el que participen los gobiernos de Estados Unidos, México, Guatemala, Honduras y El Salvador para construir y llevar adelante estrategias de desarrollo y seguridad, contra la pobreza y la violencia criminal. Tendrá que ser un trabajo sostenido de corto, mediano y largo plazos.
Concluyó Guadalupe González: “La administración Biden tomó una decisión muy importante que es la atención política a la frontera con México. Quien va a estar a cargo de esto en el Consejo de Seguridad de la Casa Blanca es Roberta Jacobson. Va a haber una oficina de alto nivel encargada de la supervisión de la frontera. Ojalá que México aproveche la ventana de oportunidad que se abre en una agenda compleja pero que ofrece mayores oportunidades de diálogo, entendimiento y la posible revisión y adecuación del tema migratorio”.