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San José.— Después de tres meses de que México comenzó a instalar un muro militar y policiaco en su frontera con Guatemala para impedir el paso de migrantes sin documentos centroamericanos hacia Estados Unidos, las autoridades mexicanas rompieron en lo que va de 2019 el récord con el mayor número de guatemaltecos, hondureños, salvadoreños y nicaragüenses deportados por tierra desde 2015.
México regresó a 102 mil 314 guatemaltecos, hondureños, salvadoreños y nicaragüenses del 1 de enero al 31 de agosto de 2019, frente a 62 mil 746 en el mismo periodo de 2018 (el aumento fue de 63%); 26 mil 71, en el de 2017, y 81 mil 234, en el de 2016, reveló un informe que el Instituto Guatemalteco de Migración (IGM) dio a EL UNIVERSAL.
Desde 2010, sólo en 2015 se superó esta cifra de deportaciones para el periodo. Hubo 109 mil 547 en los primeros ocho meses, agregó. El recuento coincidió con las pláticas de México y Estados Unidos esta semana sobre el pacto migratorio que adoptaron en junio anterior.
El acuerdo se logró luego de que, por su política de rechazo a los migrantes, el presidente Donald Trump amagó con imponer aranceles a las exportaciones mexicanas.
México aceptó desplegar a miles de efectivos de la Guardia Nacional en su frontera con Guatemala, para contener las corrientes migratorias. “Trump puso a los migrantes centroamericanos un doble candado: la militarización de la frontera sur de México y la deportación exprés de centroamericanos, muchos directamente a Guatemala”, dijo el guatemalteco Édgar Gutiérrez, excanciller de Guatemala y consultor en migración de la ONU.
“La migración se convertirá en una subida al [monte] Everest, pero la gente no va a dejar de luchar por llegar. Será muy trabajoso, arriesgado y se puede caer en manos del crimen organizado, pero la desesperación de la gente es tanta que no va a cesar en tratar de llegar. El sufrimiento va a crecer”, explicó.
Para la hondureña Karla Rivas, coordinadora de la Red Jesuita con Migrantes Centroamérica, de Honduras, “México ahora es un muro y una frontera extendida de EU.
“México debe gestionar de una manera ordenada o más humana estos flujos migratorios, pero la primera responsabilidad por la migración es de los Estados centroamericanos. Si deportan a más quiere decir que detienen a más, porque hay más gente migrando”, afirmó.
Según el IGM, 2015 encabeza con más número de centroamericanos expulsados por tierra desde México, con 158 mil 789, luego de que en 2014 registró 114 mil 9. El total llegó a 128 mil 235 en 2016, bajó sorpresivamente a 39 mil 57 en 2017 y volvió a subir en 2018 para sumar 98 mil 133, por lo que los 102 mil 314 de enero a agosto de 2019 sobrepasaron los del año anterior, de acuerdo con los conteos del instituto. La cifra de expulsados por México a Guatemala aumentó de 28 mil 215 en 2010 y 31 mil 427 en 2011 a 77 mil 876 en 2012 y a 77 mil 395 en 2013, precisó el IGM. El total oficial del 1 de enero de 2010 al 31 de agosto de 2019 es de 855 mil 450.