Naciones Unidas.— El embajador de México ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Juan Ramón de la Fuente, externó la preocupación del país ante lo que está ocurriendo en Venezuela y exhortó a evitar acciones “que pudieran desencadenar una mayor escalada de violencia”.
Durante su intervención ayer en la reunión en la que el Consejo de Seguridad de la ONU evaluó la situación venezolana, De la Fuente subrayó que México es “un firme promotor de la paz y de la solución pacífica de las controversias”, y expresó su pesar y preocupación por “la pérdida de vidas humanas” en el país sudamericano.
El sábado pasado, el régimen de Nicolás Maduro impidió el ingreso de ayuda humanitaria internacional. En los enfrentamientos que se desataron murieron al menos dos personas y cientos resultaron heridas en las fronteras con Colombia y Brasil.
“Exhortamos a las partes en conflicto y a la comunidad internacional a mantener una posición de cautela y evitar acciones que pudieran desencadenar a una mayor escalada de violencia”, señaló el embajador mexicano, en una sesión en la que se permitió la participación de miembros de la región que quisieran expresar su postura ante la ONU.
Asimismo, De la Fuente hizo un llamado a “las autoridades venezolanas a evitar el uso excesivo de la fuerza, y a proteger y respetar los derechos humanos de la población”.
Sobre la ayuda humanitaria, el diplomático dijo que “debe canalizarse bajo la coordinación y supervisión de entidades internacionales neutrales y competentes como el Comité Internacional de la Cruz Roja, o bien, agencias que forman parte del sistema de Naciones Unidas, y operan bajo los principios de humanidad, neutralidad, imparcialidad e independencia”.
El ex rector de la UNAM coincidió con la postura del secretario general de la ONU, António Guterres, de buscar “una salida pacífica y negociada” al conflicto venezolano.
De la Fuente insistió en que el Mecanismo de Montevideo, “endosado por 16 países de nuestra región, se mantiene como una opción de diálogo viable e incluyente, como una alternativa para una solución pacífica y negociada”. Dicho mecanismo aboga por un “diálogo inmediato” entre Maduro y el proclamado mandatario encargado, Juan Guaidó —al que México no reconoce—, mediante el cual se negocie una salida a lo que está ocurriendo.
En caso de que haya acuerdo de ambas partes en dialogar, el embajador mexicano reiteró la disposición del país de “apoyarlo sin ambages y desplegar de inmediato los mecanismos efectivos de la diplomacia que, sabemos, han coadyuvado en el pasado con la resolución de conflictos en forma pacífica”.
Por la mañana, el presidente Andrés Manuel López Obrador se manifestó también a favor de que las partes confrontadas en Venezuela se sienten a dialogar para buscar una salida pacífica al conflicto.
En su conferencia en Palacio Nacional, insistió en que no busca involucrarse en un asunto que está muy polarizado, porque “no quiero ser candil de la calle y oscuridad de la casa. No a la polarización, no a la confrontación, no a la manipulación, mucho menos a la violencia, esa es mi postura: solución pacífica al conflicto mediante el diálogo”.
En respuesta a la petición que hiciera el lunes el vicepresidente estadounidense Mike Pence, para que México reconozca a Guaidó como presidente venezolano, López Obrador dijo: “No quiero meterme en esto, es muy claro. México va a ser respetuoso de la decisión de otros pueblos y otros gobiernos”. El presidente se sumó a la manifestación de protesta y expresó su “solidaridad” al periodista de Univision Jorge Ramos, deportado de Venezuela ayer tras permanecer retenido unas horas por el gobierno, en medio de una tensa entrevista con Maduro.
El secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, rechazó que México haya adoptado una posición neutral ante la crisis política venezolana. “No podemos ser permisivos ante esto, si somos neutros el futuro del continente no va a ser muy bueno porque mañana todos le pueden copiar [a Venezuela]”, consideró.