El gobierno mexicano advirtió a Estados Unidos que no será un tercer país seguro, al tiempo que rechazó cualquier medida que “limite el acceso al asilo y refugio a aquellas personas que temen por su seguridad” en sus países de origen.
El canciller mexicano Marcelo Ebrard dio una conferencia de prensa para abordar el cambio a la política de asilo anunciado ayer por el gobierno de Estados Unidos.
Descartó que las nuevas reglas en materia de asilo impliquen que México se convierta en tercer país seguro, lo que involucraría que desde territorio nacional se tramite esta protección para un extranjero en Estados Unidos, lo cual “no va a ocurrir con esta norma”. Además, el Congreso tendría que aprobar que México se convierta en tercer país seguro, lo que no ha ocurrido.
Explicó que en caso de que Estados Unidos niegue el asilo a una persona, está obligado a deportarla a su país de origen, no a otro, por lo que consideró que las normas no afectarán a los mexicanos.
Ebrard subrayó que el país va a mantener su política de asilo y refugio, “como marca la Ley sobre los Refugiados, Protección Complementaria y Asilo Político, nuestra Constitución, los instrumentos internacionales de los que México es parte, así como la tradición histórica de nuestro país”.
Previamente confirmó que 20 personas detenidas por las autoridades migratorias en San Diego, California, el viernes pasado, son mexicanos, pero negó que las aprehensiones se hayan dado en el marco de las redadas iniciadas por la administración de Donald Trump. Al respecto, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, descartó que el gobierno vaya a enviar una nota diplomática al país vecino por el inicio de las redadas.
En su conferencia de prensa en Palacio Nacional, López Obrador dijo que el reporte de deportaciones de mexicanos no se ha elevado.
“Hay una disminución del número de deportados o detenidos en Estados Unidos del orden de 30%, con relación a lo que sucedía antes del acuerdo; de modo que son buenos los resultados, no ha habido violación de derechos humanos y está en marcha el plan de creación de empleos. Estamos empezando”.
El Jefe del Ejecutivo federal aseguró que hay mil 800 mexicanos en riesgo de ser deportados de Estados Unidos, pero hasta el momento no ha habido connacionales repatriados por las redadas.