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San José.- Rusia, que como Unión Soviética convirtió a Cuba en 1960 en el primer receptor de equipo bélico en América Latina y El Caribe, seguida por Perú en 1970, suministró armas a México, Estados Unidos, Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador, Nicaragua, Uruguay y Venezuela a partir de 1991, y sin perder a sus clientes en Lima.
La información aparece en estadísticas que están en poder de EL UNIVERSAL y que fueron elaboradas, con datos desde 1950, por el Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (SIPRI, por sus siglas en inglés), el más importante centro mundial de monitoreo sobre presupuestos de defensa y seguridad, así como compra y venta de armamentos.
El recuento confirmó la continuidad de la presencia militar rusa en América tras la disolución de la Unión Soviética en 1991 y fue obtenido luego de que Washington advirtió el jueves acerca que, por una anunciada compra de helicópteros militares a Moscú, México podría ser castigado por la Casa Blanca bajo la Ley para Contrarrestar a los Adversarios mediante Sanciones (CAATSA, por sus siglas en inglés).
No obstante, el informe de SIPRI mostró que hasta Estados Unidos fue cliente en el siglo XXI de la industria bélica rusa. En una transacción por 16 millones de dólares que empezó a negociarse en 2009, Moscú le entregó seis helicópteros Mi-8MT y Mi-17, usados o de “segunda mano”, para entrenamiento; la operación fue pagada en 2012.
CAATSA fue promulgada en agosto de 2017 por el presidente Donald Trump, para responsabilizar a Rusia, Irán y Corea del Norte por desplegar actividades desestabilizadoras en perjuicio de su país y de otros. México negó ayer que pretenda comprar helicópteros a Rusia.
SIPRI aseguró que México pagó 474 millones de dólares a Rusia por compras militares en 1994, 1995, 1996, 1997, 1999, 2000, 2002, 2006, 2010 y 2012. La noticia de la venta de unas 50 aeronaves militares fue revelada por el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, en una conferencia de prensa en una visita, los días 6 y 7 de este mes, a la capital mexicana.
Lavrov aseguró que el gobierno mexicano estudia “propuestas concretas” de Rosoboronexport, S.A., la principal agencia estatal intermediaria para la exportación e importación de productos de defensa, sobre el “suministro de helicópteros”. El anuncio “nos preocupa”, afirmó el subsecretario adjunto de Asuntos del hemisferio occidental en el Departamento de Estado de la Unión Americana, Hugo Rodríguez, en una audiencia este jueves.
“Según nuestra investigación inicial, parece que tal venta provocaría sanciones potenciales bajo [la ley] CAATSA”, explicó. De 1950 a 2018, según SIPRI, los proveedores de armamento a México fueron Estados Unidos, Bélgica, Brasil, Canadá, China, Colombia, Dinamarca, República Checa, Finlandia, Francia, Alemania, Italia, Holanda, Qatar, Rusia, España, Suecia, Suiza, Ucrania, Reino Unido y la ya desaparecida Yugoslavia. En tanto, no aparecen registros en los estudios de compras de pertrechos bélicos de México a la Unión Soviética.
La inquietud de Washington se concentró en México, pese a que otros países de América Latina, y que son estrechos aliados de la Casa Blanca, como Colombia y Perú, también adquirieron pertrechos bélicos desde 1992, indica SIPRI.
Las estadísticas del instituto precisaron que, de 1992 a 2018, los principales compradores fueron Venezuela, con 3 mil 898 millones de dólares, y Perú (421 millones), seguidos por Brasil, (184 millones), y Colombia (169 millones). En ese periodo, las compras de Nicaragua llegaron a 134 millones de dólares, las de Ecuador a 80 millones de dólares y las de Uruguay a 7 millones de dólares.
El estudio no suministró montos de las adquisiciones de Cuba a la Unión Soviética ni a Rusia y sólo aportó detalles de los equipos, pero la documentación confirmó que, además de Cuba, los soviéticos vendieron armamento en América Latina y El Caribe en 1981 y 1982 a Grenada, isla caribeña con régimen socialista de 1979 a 1983, a Perú de 1970 a 1989, a Nicaragua de 1980 a 1985 y, triangulado por los cubanos, en 1976 a Guyana. Venezuela es el principal cliente latinoamericano de los rusos y los mayores volúmenes se registraron tras el ascenso al poder en 1999 de Hugo Chávez, fallecido en 2013.