San José.- Las crisis de Venezuela y Nicaragua permitieron al gobierno de Enrique Peña Nieto colocar a México en un intenso activismo en política exterior y consolidar la tendencia que sus dos predecesores asumieron con otros conflictos interamericanos.
La política exterior de Vicente Fox (2000-2006) censuró las violaciones a los derechos humanos en Cuba y la de Felipe Calderón (2006-2012) condenó el golpe de Estado que en 2009 derrocó al entonces presidente de Honduras, Manuel Zelaya , y desconoció al régimen golpista presidido por Roberto Micheletti.
Con los casos de Cuba, Honduras, Venezuela y Nicaragua, Peña Nieto, Calderón y Fox se apartaron de la doctrina Estrada , que desde 1930 rigió la política exterior mexicana bajo los principios de no intervención en los asuntos internos de otros estados y el derecho a la libre autodeterminación de los pueblos.
En el caso de Nicaragua , sacudida por una profunda crisis política desde abril pasado con protestas contra el presidente Daniel Ortega , el gobierno de México apoyó resoluciones de la Organización de Estados Americanos (OEA) que condenaron la violencia en ese país, pidieron anticipar los comicios de 2021 a 2019 y exhortaron al gobierno a desmantelar el aparato paramilitar o parapolicial.
México integra, desde el 2 de agosto anterior, un Grupo de Trabajo de 12 países americanos que la OEA creó para busca soluciones pacíficas en Nicaragua.
Ortega rechazó adelantar elecciones, tildó al Grupo de intervencionista y manipulado por Estados Unidos y anunció que nunca será recibido en Nicaragua.
Sobre la crisis en Venezuela , México respaldó pronunciamientos de la OEA que en los últimos años cuestionaron al gobierno del presidente Nicolás Maduro . A inicios de 2018, México se involucró, como acompañante de la oposición venezolana , en un diálogo fallido en República Dominicana con el oficialismo.
Maduro
atacó en junio de 2017 al gobierno mexicano, le acusó de convertir a México en “Estado fallido” y de permitir que el narcotráfico penetrara su institucionalidad. Caracas catalogó al entonces canciller mexicano, Luis Videgaray , de “muy desvergonzado” por cuestionar la situación venezolana y le retó a un debate público sobre democracia, derechos humanos, delitos, violencia y tráfico de drogas.
México se unió en agosto de 2017 en la capital peruana a Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay y Perú para fundar el Grupo de Lima, que promueve una solución al conflicto venezolano y ahora al nicaragüense. Maduro y Ortega fustigan con frecuencia al Grupo de Lima.