El gobierno de México está dispuesto a brindar ayuda a los damnificados por el paso de la tormenta tropical Harvey, en Texas y Louisiana, en el sureste de Estados Unidos.
La oferta se produjo el domingo a través del mismo comunicado con el que la Cancillería respondió a nuevos ataques del presidente Donald Trump en Twitter.
“Hemos ofrecido al gobierno estadounidense toda la ayuda y colaboración que puedan brindar las distintas dependencias gubernamentales mexicanas para atender los impactos de este desastre natural, como deben hacerlo siempre los buenos vecinos en momentos de dificultad”, indicó la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Posteriormente, el canciller Luis Videgaray reiteró el ofrecimiento a través redes sociales y precisó que se había comunicado ayer por la tarde con el gobernador de Texas, Greg Abbott, para ofrecer la ayuda.
El ofrecimiento se produce en un momento en que las relaciones bilaterales se encuentran en un punto particularmente complicado.
El domingo, Trump dedicó a México dos mensajes en Twitter, en el primero calificó al país como “una de las naciones con más criminalidad en el mundo” e insistió en la construcción de un muro en la frontera bilateral que, insistió, pagará México. En el segundo, reiteró su intención de retirarse del TLCAN.
Sin embargo, esta no sería la primera vez que se ayuda a EU ante una catástrofe natural. En 2005, tras el paso del huracán Katrina, México envió brigadas militares que incluían equipo médico para apoyar a los damnificados.
Ayer, el diario The Washington Post publicó un análisis titulado “México salvó vidas estadounidenses después de Katrina. ¿Aceptará Trump su ayuda después de Harvey?”, en el cual señala: “Si México ofrece ayuda, tendrá la oportunidad de ‘ser el hombre más grande’. Y tal oferta pondría a Trump en un aprieto. ¿Debería aceptar la generosidad, que, para algunos de sus partidarios, podría sonar de hipocresía y debilidad? ¿O debería rechazarla, mientras los texanos enfrentan una pesadilla?”.