Washington.— El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo ayer que el acuerdo alcanzado para evitar aranceles de 5% a todos los productos de México funcionará si el vecino del sur cumple con su parte para frenar el flujo migratorio.
“México se esforzará mucho, y si lo hace, ¡este será un acuerdo muy exitoso tanto para Estados Unidos como para México!”, tuiteó.
Después de tres días de negociaciones en Washington, Estados Unidos y México alcanzaron el viernes un acuerdo sobre inmigración que deja “suspendidos indefinidamente” los aranceles de 5% que Trump amenazaba con imponer a las importaciones mexicanas y que entraban en vigor el 10 de junio.
El mandatario también anunció que el país vecino “aceptó comenzar de inmediato a comprar grandes cantidades de productos agrícolas a [los] grandes agricultores patriotas” de la Unión Americana.
El republicano informó que las tarifas subirían cinco puntos porcentuales mensualmente hasta un máximo de 25% el 1 de octubre, a menos que México tomara acciones contra el paso de migrantes por la frontera de ambos países.
México se comprometió a adoptar “medidas enérgicas para detener la marea de la migración” a través del país. “Esto se está haciendo para reducir o eliminar en gran medida la inmigración ilegal”, celebró Trump, aunque no dio más datos concretos sobre las acciones. Queda por determinar cómo será evaluado el éxito del acuerdo y la eficacia de los detalles adoptados por México.
El republicano también agradeció al mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador por el acuerdo migratorio. También felicitó en Twitter “al secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard”.
Tras el pacto, el magnate criticó a la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y llamó a la bancada demócrata a “abrir el camino” para aprobar el tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Los demócratas “tal vez podrían abrir el camino con el USMCA, el nuevo y espectacular acuerdo comercial que reemplaza al NAFTA, el peor acuerdo comercial en la historia de Estados Unidos”, añadió.
Sin embargo, Pelosi dijo que las “amenazas y los berrinches de temperamento de Trump no son una manera de negociar la política exterior, especialmente con nuestro amigo cercano”.
“Ahora que el problema se resolvió, estoy seguro de que no se nos volverá a hablar de él en el futuro”, ironizó Chuck Schumer, jefe de la minoría opositora en el Senado.
Como muchos legisladores republicanos, el senador Marco Rubio vio en este pacto el éxito del “método Trump”, basado en amenazas.
“En este acuerdo los migrantes sirven de moneda de cambio. Están criminalizando el fenómeno migratorio. Van a militarizar la frontera y detener a mujeres y niñas”, dijo Luis Rey Villagrán, un activista que defiende los derechos de los migrantes.
La declaración común bilateral hace mención a “medidas sin precedentes” tomadas por los mexicanos, fundamentalmente el despliegue de su Guardia Nacional en la frontera sur. Además, “México tomará medidas decisivas para desmantelar a las organizaciones de trata y tráfico de personas, así como a sus redes ilícitas de transporte y de financiamiento”.
También Washington “expandirá inmediatamente la implementación” de un programa que devuelve hacia su vecino del sur a los solicitantes de asilo que cruzan la frontera sur de Estados Unidos mientras se emite una resolución sobre sus argumentos. México “ofrecerá empleos, servicios de salud y educación” a esas personas, “de acuerdo con sus principios”, según el pacto.
