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Al menos 63 elementos del Ejército Mexicano y 20 ingenieros de Petróleos Mexicanos (Pemex) apoyan a Cuba para sofocar el incendio en la base de supertanqueros en la bahía de Matanzas, que en su cuarto día comenzó a dar indicios de ceder.
Las autoridades cubanas mostraban ayer un cauteloso optimismo, luego de que el lunes los trabajos de extinción tuvieran prácticamente que parar tras una serie de fuertes explosiones en el área.
Apoyados con cuatro aeronaves de la Fuerza Aérea Mexicana, ingenieros militares, médicos, personal especializado en búsqueda y rescate en estructuras colapsadas y en manejo de helibaldes y seguridad participan en la extinción del incendio mediante el empleo simultáneo de las bombas de aspersión de espuma retardante sobre los cuatro tanques de almacenamiento afectados.
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) informó que sus elementos brindan atención médica a los heridos. Se estableció un puente aéreo en el que se han realizado 13 vuelos de forma ininterrumpida con los que se transportaron 44 mil 800 litros de espuma retardante; 500 kilogramos de insumos; 300 kilogramos de medicamentos; 171 rollos de manguera; 100 frascos de repelente; 10 helibaldes y dos bombas de aspersión de espuma retardante.
Los ingenieros de Pemex se integraron a los equipos de trabajo formados con personal especializado de Venezuela y Cuba, participando en la definición de los procedimientos técnicos y la estrategia para la sofocación del incendio.
Los buques mexicanos Libertador, de la Secretaría de Marina mexicana, y el Bourbon Artabaze, una nave privada contratada por Pemex, llegaron ya a Cuba para ayudar en las labores de extinción.
El incendio ha dejado un fallecido y 125 lesionados, cinco de ellos críticos.
*Con información de agencias
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