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Quito.— Ataques contra periodistas en Ecuador encendieron ayer las alertas y fueron condenados por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
Cinco sobres explosivos fueron enviados a periodistas y medios de prensa en los últimos días, informó el Ministerio del Interior. El ministro del Interior, Juan Zapata, precisó que, de acuerdo con las primeras investigaciones, el envío a través de empresas de servicio de encomiendas las hizo un mismo emisario desde la localidad de Quinsaloma, en la céntrica provincia de Los Ríos, una de las jurisdicciones más golpeadas por la delincuencia.
El remitente, cuya identidad se mantiene en reserva por fines de investigación, envió cinco sobres, tres a la ciudad costera de Guayaquil y dos a la andina de Quito, las urbes más pobladas y donde se concentra la mayor parte de los grandes medios informativos del país. Zapata, en declaraciones a la prensa, precisó que los sobres contenían memorias portátiles (“pen drive”) con cargas detonantes que explotan al contacto con la energía eléctrica de los ordenadores.
Uno de ellos, enviado al canal Ecuavisa el pasado viernes, explotó ayer por la mañana, luego de que el periodista Lenin Artieda lo insertó en su ordenador, aunque Zapata explicó que la detonación fue menor debido a que no consumió toda la carga acumulada, debido a que el dispositivo había sido manipulado.
Artieda, que trabaja en Guayaquil (suroeste), “aparentemente tiene algún tipo de molestia en la mano y una afectación muy leve en el rostro, pero no es ninguna situación de complejidad”, dijo a la prensa el jefe nacional de Criminalística de la policía, Xavier Chango.
Guayaquil, uno de los principales puertos de exportación de cocaína hacia Europa, es epicentro de violentas disputas entre bandas de narcotraficantes.
La policía dijo que la carga usada en el dispositivo en Ecuavisa podría ser RDX, “un explosivo de tipo militar”. Tras los ataques, la fiscalía abrió una investigación por el delito de terrorismo, castigado hasta con 13 años de prisión.
Según Zapata, detrás de estas acciones hay un mensaje “absolutamente claro” de callar a periodistas, algunos de los cuales ya han anunciado que no cederán ante las amenazas.
El gobierno, presidido por el conservador Guillermo Lasso, remarcó su compromiso por proteger la libertad de expresión y a los periodistas que la ejercen. “Todo intento por amedrentar al periodismo y a la libertad de expresión son hechos repudiables que deben ser castigados con todo el rigor de la justicia”, dijo la Secretaría General de Comunicación de la Presidencia.
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