El legislador republicano Kevin McCarthy volvió a fracasar por décimocuarta vez en una votación en la Cámara Baja de E.U. para ser nombrado su presidente, por el boicot de republicanos ultras, en una ronda que finalizó de la manera más tensa.
Ante este bloqueo y tras el fracaso en elegir un presidente del hemiciclo, los legisladores rechazaron suspender la sesión hasta el lunes y optaron por votar nuevamente esta noche en una nueva ronda para elegir presidente de la Cámara de Representantes.
McCarthy rozaba esta noche la victoria con 216 apoyos tras cuatro jornadas intensas de votación y todo dependía de un último voto, el del conservador radical Matt Gaetz, aliado del expresidente Donald Trump, quien en vez de respaldarlo optó por abstenerse.
Con la votación todavía en marcha, McCarthy se levantó para hablar con Gaetz, mientras un miembro de la bancada demócrata le gritaba "arrodíllate", en referencia a las concesiones que el legislador republicano de California estaría haciendo a los ultras de su partido para ser elegido presidente de la cámara.
Por unos minutos la votación se detuvo mientras McCarthy y Gaetz departían hasta que el favorito del aparato del partido para hacerse con la presidencia del hemiciclo decidió regresar a su escaño.
A lo largo de este viernes, McCarthy había logrado cambiar el signo del voto de varios de sus oponentes en el Partido Republicano, de ideología de ultraderecha y agrupados bajo el paraguas del Freedom Caucus.
Al comienzo de esta última votación todo parecía que iba viento en popa para McCarthy, ya que solo había otro nominado, el demócrata Hakeem Jeffries (que consiguió 212 votos como en votaciones previas), a diferencia de ocasiones anteriores en las que los radicales de su partido habían presentado a sus propios candidatos.
Todo comenzó a torcerse cuando cuatro de esos conservadores díscolos votaron por dos republicanos ultras, ya que el reglamento del Congreso permite votar por personas que ni siquiera estén nominados, mientras que dos, uno de ellos Gaetz, optaron por abstenerse.
Las cuentas no le salían a McCarthy, que había dado por hecha su victoria antes de esta votación cuando incluso se había dado a conocer una nueva versión del reglamento del Congreso, que debía votarse después de su elección, con una de las principales peticiones de los legisladores rebeldes para respaldarlo.
En concreto en la versión actualizada se reduce el umbral de apoyos para presentar una moción para destituir al presidente de la cámara, que era una de las principales demandas de los ultras republicanos, aunque no parece que finalmente los haya convencido.
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rcr