Bruselas.— En un acto desesperado por recuperar las riendas del proceso del Brexit, la premier Theresa May dijo estar dispuesta a entregar las llaves del 10 de Downing Street a cambio del apoyo al Acuerdo de Retirada de la Unión Europea (UE).
La disposición a “sacrificarse” por su plan de salida fue lanzada durante una reunión con los miembros de su fracción parlamentaria, el Partido Conservador, una fuerza política que hasta ahora se ha mostrado dividida en torno a la iniciativa.
La premier se apartaría de su cargo antes de que inicien las negociaciones sobre la futura relación con la UE. May tenía previsto dejar su puesto hasta 2022. “Pido a todo el mundo en esta sala que apoye el acuerdo para que podamos completar nuestro deber histórico, cumplir la decisión del pueblo británico y dejar la UE de forma suave y ordenada”, agregó.
La noticia fue bien acogida por algunos de los más prominentes euroescépticos, como Jacob Rees-Mogg y Boris Johnson, quienes ante la oportunidad de poner al frente del país a uno de los suyos, han cambiado su posición después de haber desacreditado en múltiples ocasiones el pacto de May.
Sin embargo, aun sumando el apoyo del núcleo más duro (alrededor de 40 parecen haber cambiado de opinión, 40 están indecisos y 20 se oponen radicalmente), todo indica que la estrategia de May no arrojará los resultados esperados.
Los unionistas norirlandeses del DUP, quienes cuentan con 10 escaños y son cruciales para darle al gobierno la mayoría, desbarataron de inmediato el plan de May anunciando que no apoyarán el pacto. El presidente de la Cámara, John Bercow, también enfrió las aspiraciones de May; reiteró que no autorizará un tercer voto si el acuerdo no muestra “cambios sustanciales”.
Entretanto, en su primera oportunidad tras arrebatarle al gobierno el control de la agenda del Brexit, la Cámara de los Comunes fue incapaz de trazar la ruta alternativa a la propuesta por May. De las ocho opciones puestas sobre la mesa para salir del impasse, ninguna obtuvo la mayoría.
La propuesta de un referéndum confirmatorio para aprobar el acuerdo Brexit antes de que sea ratificado por el Parlamento registró 268 votos a favor y 295 en contra, en tanto que la iniciativa de un acuerdo de salida que incluya una unión aduanera permanente con la UE obtuvo 264 votos a favor y 272 en contra. Debido a que se trata de un proceso inédito, no está claro cómo procederá el Parlamento, que tiene previsto celebrar una segunda ronda de votos indicativos el lunes; sin embargo, el Parlamento sí aprobó, por 441 votos a favor y 105 en contra, prorrogar el Brexit hasta el 22 de mayo, si previamente se aprueba el acuerdo, o hasta el 12 de abril si no refrenda un pacto.