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Londres.— La Cámara de los Comunes prevé rechazar el proyecto de retirada del Reino Unido de la Unión Europea que presentó ayer la primera ministra Theresa May, y aprobó una enmienda que obliga a la jefa de gobierno a presentar un “plan B” antes del 21 de enero.
El proyecto que May presentó al Parlamento será evaluado durante cinco día hábiles y se someterá a votación el martes próximo. De acuerdo con la ley británica de la Unión Europea, May —perteneciente al Partido Conservador— contaba con 21 días para presentar una propuesta alternativa y someterla a votación nuevamente. Sin embargo, los legisladores acordaron este miércoles obligar a May a presentar sus planes alternativos tres días hábiles después de la votación.
Con la petición anticipada de un “plan B”, el Parlamento acrecienta su poder en el proceso de salida de la mancomunidad continental.
Algunos conservadores y los socios del norirlandés Partido Democrático Unionista (DUP, por sus siglas en inglés) continúan oponiéndose. Esta ausencia de acuerdos fue la que llevó a May a posponer la votación el pasado diciembre. La enmienda, por el probable rechazo, fue propuesta por un diputado del mismo Partido Conservador.
Dentro del Parlamento inglés hay, principalmente, tres posturas: los proeuropeos que defienden un nuevo referéndum; aquellos que respaldan el pacto propuesto por la primera ministra y el ala más euroescéptica, que ve con buenos ojos una salida sin acuerdo.
La oposición y algunos conservadores han hablado de limitar el poder del gobierno para recaudar impuestos en caso de que el Reino Unido rompa con la UE el próximo 29 de marzo de forma no negociada. Asimismo, si el Parlamento rechaza la propuesta presentada, los diputados podrán agregar enmiendas a la nueva propuesta que deberá presentar la primera ministra, lo que puede facilitar que sometan a votación opciones alternativas como celebrar un segundo plebiscito o posponer el Brexit.
A pesar del desacuerdo, May propuso que el Parlamento pueda decidir, en 2020, si activa la “salvaguarda” (blackstop) para evitar una frontera entre las Irlandas, o si opta por alargar el periodo de transicisión del Brexit.
May espera que lleguen “garantías adicionales” por parte de Bruselas de que el futuro tratado comercial puede cerrarse antes de que entre en vigor dicha “salvaguarda”.