“Te amo”
, así se daban las buenas noches en mensajes de texto Annabell Guadalupe Rodríguez y Xavier James Lopez. Ambos fueron víctimas de la masacre en la escuela primaria de Uvalde, en Texas donde murieron 19 niños y 2 maestras el pasado 24 de mayo.
Las madres de ambos niños contaron a ABC News que Annabell y Xavier estaban muy enamorados a su corta edad.
"Felicha (mamá de Xavier) y yo nos reíamos, como, '¿Cómo saben ustedes sobre el amor? '", dijo Mónica Gallegos, madre de Annabell Guadalupe Rodríguez.
Annabell tenía una foto de Xavier colgada del cuello, un regalo de Martínez. La usaba para todos sus juegos de ligas menores. Otras veces la llevaba en su mochila.
El profesor Arnulfo Reyes, quien se recupera de las heridas de bala que recibió, perdió a sus 11 estudiantes el día del tiroteo, incluidos Xavier y Annabell.
"Xavier hacía cosas para ella, escribía notas para ella", dijo Reyes desde su cama de hospital. "Te hace sonreír solo pensar que realmente se amaban ".
El día del tiroteo en la primaria Robb, Annabell y Xavier se tomaron su última foto juntos durante una ceremonia de entrega de premios en la cafetería de la escuela.
Xavier estaba contento porque hizo el cuadro de honor por primera vez, dijo su mamá Felicha Martínez quien tomó la última foto de los pequeños.
Annabell y Xavier volvieron corriendo a clase después de eso. Una hora después un hombre armado ingresó a la primaria y mató a 19 estudiantes y dos maestros.
Los dos niños serán enterrados esta semana en el cementerio de Hillcrest en Uvalde, Texas. Martínez y Gallegos tomaron la decisión de e nterrar a sus hijos de 10 años uno al lado del otro.
"No quiero que vuelva a suceder", imploró el miércoles al Congreso de Estados Unidos una niña de 11 años, sobreviviente del tiroteo en la escuela primaria de Texas hace dos semanas.
Miah Cerrillo, quien describió cómo se untó con la sangre de una compañera asesinada para que el joven de 18 años que abrió fuego en su salón de clases pensara que ella también estaba muerta, dijo que ya no se sentía segura en la escuela, durante una audiencia sobre la regulación de armas de fuego en Estados Unidos.
Cerrillo, una alumna de cuarto grado de la Escuela Primaria Robb en Uvalde, Texas, relató su terrible experiencia cuando 19 de sus compañeros de clase y dos maestras fueron baleados el 24 de mayo en un salón de clases.
En un video pregrabado, Cerillo contó que estaban en clase cuando su maestra recibió un correo y corrió a la puerta para asegurarla. Allí vio al atacante y les dijo a los alumnos: “Escóndanse”.
Todos se ocultaron tras el escritorio de la maestra, usando sus mochilas. Pero Salvador Ramos, de 18 años, disparó contra la ventana de la puerta, logró entrar e inició la matanza.
“Le dijo a mi maestra ‘buenas noches’ y le disparó en la cabeza”. Luego, el atacante mató a su amiga. Miah tomó el celular de su maestra y llamó al 911 para pedir a la policía que les ayudara. Horrorizada por lo que estaba viendo, se untó sangre de su amiga y eso le salvó la vida, aunque la niña sufrió una herida en la espalda por fragmentos de bala.
En la sala del Comité de Supervisión y Reforma de la Cámara de Representantes, estaba su padre, Miguel Cerillo. Con la voz cortada por el llanto dijo que desde el tiroteo, Miah ya no es la misma. “Vine porque pude haber perdido a mi pequeña niña”, aseguró. La pequeña sufre pesadillas.
Cerillo pidió que haya cambios en la ley sobre el uso de armas porque para él, "las escuelas ya no son sitios seguros".
Con información de ABC News y AFP
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