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“Vicente”
enterneció a las redes sociales luego de que la Fundación Rescátame Bogotá publicara una foto del cachorro que habían “dejado plantado” por el joven que lo adoptaría. Dicha publicación tuvo un alcance sorprendente tanto que en 24 horas elevó su cifra de seguidores en Instagram de tres mil hasta 50 mil seguidores.
La historia de "Vicente" se hizo viral y tuvo un final feliz, como dice la directora de la fundación, Patricia Lara, incluso ha llegado hasta Italia.
Patricia Lara cuenta para EL UNIVERSAL que el cachorro llegó a sus manos hace cuatro semanas, aproximadamente.
“Es una historia no tan triste y dramática como muchas de las que hemos tenido en la fundación. Él fue uno de los cuatro hijos de una perrita y todos fueron rescatados de un pueblo cercano a Bogotá”, relata Patricia Lara, quien dirige el lugar junto con tres personas más.
La persona que lo iba a adoptar fue a la fundación, seleccionó al animal y les pidió que se lo entregaran en una semana. Lo intenté contactar después y no me respondió. Al día siguiente mandó un mensaje y me dijo ‘lo siento me tengo que ir de viaje y no puedo recibir el perro’ y me bloqueó. Tristemente para él porque a nosotros nos hizo un gran favor, porque ahora "Vicente" está con una buena familia”.
La imagen del perrito vestido de gala se difundió en redes sociales y se compartió miles de veces, situación que impactó a la también licenciada en Administración de Empresas.
“Ni en un millón de años nos imaginamos que esta publicación nos fuera a llevar tan lejos. No somos ese tipo de fundación que quiere fama o dinero. Lo que queremos es ayudar en un país donde el maltrato animal y el abandono es alto. Nosotros publicamos menos de lo que hacemos”.
Se dice contenta por el resultado de la publicación de "Vicente" y está completamente comprometida con su labor de rescate de animales . Confía en que vengan cosas positivas. “Él ("Vicente") será nuestra figura para lo que se puede hacer en Colombia por los animales”.
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Patricia ya entregó a "Vicente" con su nueva familia y comenta que se han acercado a ella para contactar a los adoptantes para realizarles donaciones, pero por confidencialidad, no da ese tipo de información.
Patricia Lara vivía una vida cómoda en Canadá y desde allá hacía aportaciones económicas para ayudar a animales en Colombia . Desde hace cuatro años decidió regresar al país y llevar a cabo su labor. Cuenta que no reciben apoyo económico de ninguna empresa y destaca la participación de una que les apoya con alimento.
Recuerda que no todos los casos que ha atendido han tenido un final agradable. “Una vez rescatamos a dos perritas (en distintos puntos) que tenían un tumor grande en la cara. Las imágenes eran terribles. Lo único que pudimos hacer es sacarlas de donde estaban y llevarlas a una clínica para dejarlas descansar. Son casos que te parten el alma y son decisiones difíciles, pero humanas”, comenta.
Las jornadas de trabajos, que van desde el rescate hasta la adopción pueden tomar 14 horas y aún así restarían cosas por hacer, afirma Patricia Lara, quien no repara en gastos en cuanto a la salud de los animales.
"Muchas personas me dijeron que por qué gastaba yo tanto. Yo creo que es llegar hasta el final con los animales", concluye.
