Chemnitz.— Más de 8 mil manifestantes salieron ayer a las calles de Chemnitz en dos desfiles distintos: unos para protestar contra la política migratoria del gobierno de Angela Merkel; los otros para mostrar su apoyo a los refugiados.

Desde hace una semana, esta ciudad de Sajonia es el epicentro de la movilización de la extrema derecha alemana contra extranjeros, tras el asesinato de un alemán el fin de semana pasado, por lo que la justicia detuvo a un iraquí y a un sirio.

Las fuerzas de seguridad impidieron episodios de violencia y no se registró ningún incidente.

Unas 4 mil 500 personas desfilaron convocadas por varios movimientos de derecha radical, pero también por el partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) y el movimiento antiislam y antiMerkel Pegida, según la policía.

Algunos coreaban “nosotros somos el pueblo”, recuperando el eslogan de los manifestantes durante la caída del régimen comunista de la RDA en 1989, o “Merkel debe irse”. Otros desfilaban con retratos gigantes de “víctimas” de ataques perpetrados, según ellos, por solicitantes de asilo.

Paralelamente, en respuesta a varias asociaciones y partidos políticos de izquierda, unas 3 mil 500 personas, de acuerdo con policías, marcharon bajo el lema “el corazón más que el odio”.

“Chemnitz no es ni gris ni parda”, se podía leer en el cartel de un manifestante, depositado ante el imponente busto de Karl Max, situado ante el ayuntamiento.

“No dejaremos que los extremistas de derecha destruyan nuestro país y nuestra democracia. Ni en Chemnitz, ni en Sajonia, ni en ninguna parte en Alemania”, declaró en un tuit uno de los dirigentes de Los Verdes, Cem Özdemir, de origen turco.

El gobierno, a través del ministro de Relaciones Exteriores, Heiko Maas, dio su apoyo a esta última manifestación: “La Segunda Guerra Mundial comenzó hace 79 años. Alemania provocó sufrimientos inimaginables en Europa. Aunque haya gente que desfila de nuevo por las calles haciendo el saludo nazi, nuestra historia nos obliga a defender la democracia”, escribió en Twitter.

Hace una semana, unos 800 simpatizantes de extrema derecha se organizaron para llevar a cabo una “caza de extranjeros” en la ciudad, tras el homicidio que encendió la mecha.

Al día siguiente, enfrentamientos entre más de 2 mil manifestantes de extrema derecha y algunos miles de contramanifestantes cercanos a la izquierda radical dejaron varios heridos.

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