Miles de manifestantes
enojados por la ley anti-máscaras volvieron a salir a las calles de Hong Kong este domingo, luego de que el viernes y sábado provocó una escalada de violencia que detuvo la ciudad.
Dos grupos de manifestantes antigubernamentales, muchos de ellos cubriéndose la cara, marchan en rutas desde East Point Road en Causeway Bay, Tsim Sha Tsui y Sha Tin, así como lugares como Sheung Shui, Tai Po y Aberdeen , que habían estado relativamente tranquilos en los últimos meses.
Como parte de las protestas, más de mil hongkoneses marcharon desde Causeway Bay hasta Central, mientras cientos formaron una cadena humana en Tsim Sha Tsui y otros organizaron una sentada pacífica en el centro comercial Tai Po Mega Mall, de acuerdo con el South China Morning Post.
Es el tercer día consecutivo de protestas contra la prohibición , que entró en vigor a la medianoche del viernes.
Los radicales del movimiento antigubernamental han destrozado las instalaciones ferroviarias y las tiendas como parte de la reacción violenta, lo que llevó al cierre de toda la red ferroviaria la víspera, según reportes del South China Morning Post.
La jefa del Ejecutivo de Hong Kong, Carrie Lam , hizo un llamado al público para condenar la violenta protesta mientras defendía su decisión de imponer la prohibición invocando una ley de la era colonial por primera vez en más de medio siglo.
Aunque de acuerdo con Lam la ley solo busca identificar a los más violentos, muchos en la ciudad temen que el Gobierno acabe invocando la mencionada ordenanza para pedir la potestad de autorizar detenciones, censurar a la prensa o cambiar leyes.
El viernes, manifestantes con el rostro cubierto también realizaron protestas , pero se tornaron violentas, ya que bloquearon carreteras, incendiaron instalaciones públicas y destruyeron estaciones de trenes, dejando la red de transporte paralizada y forzando el cierre de numerosas centros comerciales y bancos.
La red de metro hongkonesa (MTR), que maneja más de cuatro millones de viajes al día , anunció que reanudó parcialmente el servicio este domingo.
Las manifestaciones comenzaron el 9 de junio en oposición a un proyecto de ley que permitiría las extradiciones a China, pero el movimiento se transformó en una denuncia por el recorte de libertades y la falta de reformas democráticas, en el mayor desafío de la excolonia británica desde la Revolución de los Paraguas de 2014.
A pesar de que la jefa del ejecutivo de Hong Kong retiró el 4 de septiembre el proyecto de ley, los manifestantes mantienen las movilizaciones, exigiendo amnistiar a los detenidos durante las protestas, iniciar una investigación independiente sobre el excesivo uso de la fuerza policial y relanzar reformas políticas.