Manaos, Brasil.— En el mayor cementerio de Manaos, los ataúdes han comenzado a ser depositados en fosas comunes. Los servicios funerarios no se dan abasto y los hospitales públicos han entrado en colapso ante el aumento de muertes y casos por coronavirus en el estado de Amazonas, uno de los más castigados por la pandemia en Brasil.
Antes de la llegada del coronavirus a la Amazonía, Manaos registraba una media de 20 a 35 entierros diarios, pero los sepelios se han triplicado y ya hay cerca de un centenar por día, explicó el alcalde, el exsenador Arthur Virgílio Neto. Por ello, se tomó la decisión de cavar fosas comunes en los cementerios.