Uno de los controvertidos ex jefes de campaña de Donald Trump habría ofrecido “reuniones privadas sobre las elecciones” a un oligarca ruso con lazos con el Kremlin, según publicó el diario The Washington Post.
La figura de Paul Manafort lleva tiempo en el centro de las investigaciones sobre la trama rusa entorno al actual presidente de Estados Unidos y su relación con la intención injerencista de Moscú.
Según se ha sabido debido a miles de documentos entregados a los comités que investigan la trama y al fiscal especial para el caso conseguidos por el diario estadounidense, Manafort se habría ofrecido a realizar sesiones informativas sobre la campaña —a menos de dos semanas antes de la nominación de Trump como candidato— a Oleg Deripaska, un magnate del aluminio con quien había hecho negocios en el pasado.
El ofrecimiento fue vía correo electrónico y a través de un intermediario, de acuerdo con el diario. “Si él necesita sesiones informativas privadas nos podemos poner de acuerdo”, escribió Manafort en julio de 2016.
El periódico apunta que no hay pruebas de que el encuentro se produjera. Un portavoz de Deripaska rechazó el intercambio de correos.
Sin embargo, según los investigadores, la voluntad de Manafort de abrir y permitir el interés ruso en la campaña presidencial de EU al máximo nivel, y no sólo con ciberataques o campañas de desprestigio a través de redes sociales, podría ser significativo.
Manafort hace semanas que está encabezando las investigaciones. El pasado julio el FBI rastreó su vivienda en las afueras de Washington. El portavoz del ex jefe de campaña quitó hierro al asunto, recordando que “no son un secreto” las relaciones entre él y empresarios del este de Europa.