Miami, Florida.—Muchas madres hispanas y afroamericanas celebraron este Día de las Madres en Estados Unidos sin alguno de sus hijos presente. El abuso policiaco desatado especialmente en la última década en toda la Unión Americana es la causa.
“Cuando se es de color de piel negra o morena, el temor, el miedo ronda alrededor de cada patrulla policiaca que se ve en la calle” comenta a EL UNIVERSAL Pablo, quien es cubano-americano de raza negra; “afortunadamente no me ha tocado vivir una mala experiencia —con la policía— y espero que no suceda. Aquí en Miami tengo la fortuna, por lo menos, de que muchos —policías— son cubanos y yo digo que eso ayudaría, creo; pero prefiero no averiguarlo”.
Madres de familia latinas con hijos varones especialmente, tratan de educar a sus vástagos sobre cómo actuar y obedecer todas las indicaciones que la policía les dé, si algún día, por la razón que sea, son detenidos. Según varios estudios, en los últimos 20 años, al menos 990 personas han muerto a manos de un policía en Estados Unidos; es decir, un promedio de 49.5 anuales. La mayoría, proporcionalmente a la población presente en el país, afros y latinos.
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“Como madre de niños latinos me preocupa. De hecho, le he enseñado a mis hijos, les recalco todo el tiempo, hijos si en algún momento, ni Dios quiera, la policía los para, levanten sus manos, no respondan nada, quédense callados. Si les quieren hacer un interrogatorio, pidan estar con sus padres presentes”. Y este tipo de señalamiento se repite de familia en familia hispana y afroamericana, india y asiática y de todas las razas y culturas que no sean blancas; desde Florida hasta California, desde Nueva York hasta Washington y desde Texas hasta Dakota del Norte, pasando por todo el territorio estadounidense.
Según diversos estudios, en la mayoría de casos de abuso policial en los que las víctimas son afros o latinas y no estaban armadas ni se resistieron al arresto o fueron controladas, y de todos modos murieron, tiene que ver con el color de la piel, una apariencia no anglosajona, un idioma diferente al inglés, un nivel socio-económico bajo.
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Lo que más indigna a los familiares y amigos de las victimas y, en general, a las comunidades afectadas, cuando son escenario de un crimen donde un joven muere a manos de uno o más oficiales de la policía, es que a pesar de que, en varios casos, se demuestre que la víctima no estaba armada o ya la habían controlado o se estaba entregando sin resistencia, los uniformados responsables prácticamente siempre salen libres de toda responsabilidad. “Esa situación para los padres y familiares es como darles un remate sobre la muerte de su hijo o de su ser querido” comenta Malera. “Y en días como hoy el dolor que sientes debe ser aún más fuerte”.
“Nada, nada, absolutamente nada debe ser tan espantoso como perder un hijo; pero si además le pones que pudo tal vez evitarse porque fue causado por un policía, eso debe ser peor” comenta Lucia García, mexico-americana radicada en El Paso, Texas también, y madre de un varón y una mujer. “En Texas la policía tiene fama de ser muy brusca y valentona, así como provocadora y no se diga a los morenos —hispanos o afros— porque hasta los detienen por nada y los acosan” describe Lucia. “Lo más importante, creo yo, es que cuando alguien, sea quien sea, es detenido por un policía, debe inmediatamente mostrar las manos y obedecer en todo lo que les digan y en cuanto puedan, llamar a un abogado”.
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La otra cara de la moneda son los millones de festejos que se llevaron a cabo sin pensar, sin saber del dolor de las madres que han perdido a sus hijos. “Creo que eso es como parte de como somos los seres humanos, nadie quiere estar pensando en algo tan terrible que le sucedió a otra persona”, comenta Lucia. “Si viene alguien y te platica, lo lamentas; de alguna manera te solidarizas, elevas una oración o una palabra al cielo; pero si no te ha sucedido a ti, no lo puedes sentir como esa mamá que para siempre va a cargar con ese dolor que sólo quien lo vive sabe lo que es. Pidamos por todas las que han perdido un hijo, sin importar en que circunstancia sucedió”.