La exprincesa japonesa Mako llegó a EU. con su nuevo marido plebeyo, Kei Komuro, tras dejar la familia real.
La pareja, que se conoció en la universidad y se casó el mes pasado, salió del aeropuerto de Tokio el domingo por la mañana.
Juntos alquilarán un apartamento en Nueva York, donde Komuro trabaja en un bufete de abogados.
Según la ley japonesa, las mujeres de la familia imperial pierden su estatus al casarse con un plebeyo.
La pareja estuvo fuertemente custodiada por la policía y la seguridad del aeropuerto mientras paseó por la terminal de salidas. Un centenar de periodistas estaba allí para presenciar el hecho, pero los recién casados no respondieron a las preguntas.
Imágenes difundidas en Japón mostraron a la pareja llegando a Nueva York y caminando por el aeropuerto con guardias de seguridad poco antes de subir a un vehículo que los esperaba.
La llegada del matrimonio a territorio estadounidense no es sorpresa, pues hace tiempo corrían rumores sobre el nuevo destino de ambos. Se espera que Mako, quien adoptó el nombre de su marido tras la boda, encuentre un trabajo en la ciudad.
No obstante, los planes de los dos han cambiado luego de que medios japoneses revelaran el mes pasado que Komuro, de 29 años, suspendió el examen del Colegio de Abogados del Estado de Nueva York, un paso que los futuros abogados tienen que aprobar para ejercer su profesión en el estado.
Komuro trabaja actualmente como asistente legal.
El traslado a Estados Unidos ha suscitado comparaciones con los miembros de la realeza británica Meghan Markle y el príncipe Harry, lo que les ha valido el apodo de "los Harry y Meghan de Japón".
La pareja se enfrentó a una gran oposición cuando anunció su compromiso hace cuatro años. Desde ese momento, la relación ha sido objeto de chismes de la prensa sensacionalista.
Una de las controversias se dio por la supuesta deuda que la madre de Komuro tiene con su ex prometido, a quién, afirman, le pidió un préstamo que todavía no ha pagado.
Según la Casa Imperial japonesa, los comentarios de los medios llevaron a la entonces princesa a desarrollar un trastorno de estrés postraumático.
Cuando la pareja se casó el mes pasado, se saltó los ritos habituales de una boda real y rechazó el pago que se ofrece a las mujeres de la realeza al abandonar la familia.
La ex princesa Mako, sobrina del emperador Naruhito, es el primer miembro femenino de la familia real que rechaza ambas cosas.
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