San José. – El Clan del Golfo y fuerzas disidentes de la disuelta guerrilla comunista de las FARC, que son redes colombianas del crimen organizado y del narcotráfico internacional, forzaron el desplazamiento de unos 18 mil migrantes irregulares de Cuba, Haití, Venezuela, África y Asia en ruta a México y Estados Unidos que se acumulan en fronteras y selvas de Colombia, Panamá y Costa Rica.
En una creciente tensión regional por una reactivada controversia de movilidad humana sin visas de la que se carecen cifras oficiales exactas y solo hay números aproximados, la avalancha del sur al norte de América se intensificó en 2021 entre mayo y junio y se agravó en julio y agosto.
“Estamos hablando de dos fenómenos diferentes, desplazamiento y migración, que tienen un tema de transversalidad, la seguridad como elemento fundamental para el control y el manejo del desplazamiento forzado y también de la migración”, dijo el ministro de Defensa de Colombia, Diego Molano .
Los dos problemas “tienen un enemigo común y un elemento común: que son el Clan del Golfo y las disidencias” de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia ( FARC ), aseguró.
Los disidentes de las FARC rechazaron plegarse o se salieron del proceso colombiano de paz que empezó en 2016 y, como el Clan, están involucrados en distintas modalidades del crimen organizado, como el narcotráfico y el contrabando de seres humanos.
El Clan y las disidencias “están detrás de estos fenómenos y (…) originan un problema social , económico y político con estas acciones de inseguridad y violencia que generan desplazamiento o buscan cometer el delito transnacional de la trata”, aseveró.
Los “coyotes” o traficantes de personas cobran gran cantidad de dinero a los haitianos, cubanos, venezolanos, africanos y asiáticos para permitirles proseguir su recorrido de Colombia a Panamá o amenazarlos con denunciarlos a las autoridades policiales y migratorias colombianas para interrumpirles su accidentado itinerario.
Colombia confirmó que, por negociaciones con Panamá a inicios de este mes, logró que unos 9 mil migrantes extranjeros pasaran de zonas colombianas a panameñas y trataran de proseguir hacia Costa Rica y el resto de Centroamérica e intentaran llegar a México y EU.
Unos 3 mil siguen en Colombia, según datos oficiales, con un flujo imparable de ingresos a esa nación. La mayoría de cubanos se movilizó por tierra de Ecuador, que los excluyó de visa, a Colombia, o de Guyana, que también les eliminó ese requisito, a Brasil, Perú, Ecuador y Colombia, en viaje terrestre o aéreo.
Los haitianos, asiáticos y africanos arribaron a suelo colombiano por tierra desde Brasil, en un movimiento incesante desde inicios de la década de 2010. El éxodo de Venezuela a Colombia es constante.
Ubicación
Los escenarios del conflicto son tres: Colombia, Panamá y Costa Rica.
Las localidades colombianas de Ituango y Necoclí, en el noroccidental departamento (estado) de Antioquia , se convirtieron en puntos clave de recepción y tránsito de los migrantes en su viaje por tierra y por mar hacia Panamá.
De Necoclí, sobre el litoral del mar Caribe y en el sector nororiental del golfo de Urabá, se dirigen en autobuses hacia el muelle de Turbo, en la orilla oriental del golfo, para trasladarse vía marítima a Capurganá , en la occidental, para cumplir con los trámites migratorios y seguir por tierra a Panamá.
Molano recordó que, a inicios de este mes, “cuando llegamos a Necoclí” había unos 12 mil migrantes extranjeros, y que con un corte al martes 17 “podemos informar” que quedan tres mil.
Por el pacto para que Panamá los reciba, “se normalizaría la situación”, anticipó. Panamá ya recibió de 40 mil a 45 mil en 2021, según datos oficiales.
Los 12 mil se sumaron a unos 6 mil que, de mayo a julio, ingresaron a Panamá.
A pie, y en una riesgosa travesía, los migrantes se internan al Tapón del Darién , espesa jungla compartida por Colombia y Panamá.
La (estatal) Personería de Medellín , capital de Antioquia , reveló que, a partir del pasado 7 de agosto y sin sumar a otras nacionalidades, más de 3 mil haitianos fueron registrados en una terminal de transportes de esa ciudad desde la que se trasladaron al área de Urabá. El recuento oficial llegó a unos 400 haitianos diarios.
Las corrientes migratorias se concentraron en poblados panameños de la provincia del Darién , como Metetí y Yaviza, como focos de una aguda crisis humanitaria.
Todos pretenden enrumbarse hacia otro núcleo de tensión: Paso Canoas , principal puesto limítrofe del sur de Costa Rica y del oeste de Panamá.
Datos oficiales del gobierno costarricense precisaron que, de enero a junio de este año, Costa Rica devolvió a más de 4 mil 600 migrantes a Panamá.
Mientras las oleadas de migrantes se acercan a Costa Rica por Panamá, las autoridades costarricenses anunciaron que solo permitirán la entrada a los que cumplan con requisitos legales y, por el coronavirus , sanitarios.
Pero como sucede en otras fronteras latinoamericanas y caribeñas, abundan los pasos ciegos para burlar los controles policiales y migratorios.
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