San José.— El Cártel de los Hermanos Sánchez, una mafia mexicana del narcotráfico de Querétaro, se alió en Costa Rica a una red costarricense-colombiana para contrabandear cocaína líquida desde un puerto de este país centroamericano sobre el mar Caribe a Estados Unidos, Canadá, Países Bajos, Jordania e Israel, en un negocio con droga producida en Colombia y multimillonarias ganancias ilícitas.
El caso, destapado este mes tras múltiples pesquisas en 2022 y 2023 del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), policía técnica de Costa Rica adscrita al Poder Judicial, confirmó que el principal socio mexicano de la red costarricense fue asesinado en abril de este año junto a parte de su familia en México.
Los hechos marcaron un proceso inédito de tráfico de cocaína líquida encubierta en frascos con sirope y en un mecanismo de exportaciones de una empresa privada costarricense a América, Europa y Medio Oriente.
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La Fiscalía General de Costa Rica y el OIJ arrestaron a 12 miembros, siete costarricenses y cinco colombianos de la cadena criminal en 20 allanamientos este mes en el país para confiscar cocaína líquida, instrumentos de laboratorios, insumos químicos, armas de fuego, dinero en efectivo, vehículos, joyas y bienes inmuebles, entre otros. El expediente de indagatoria, elaborado por el OIJ, planteó que “ha podido determinar y comprobar la conformación de una organización criminal dedicada al tráfico internacional de drogas asentada en nuestro país, con vínculos y relaciones con cárteles de la droga en México, Europa y Asia”. EL UNIVERSAL tiene copia del documento.
“Las pesquisas permitieron conocer una nueva tendencia delictiva en la del trasiego de drogas nunca antes vista en nuestro país, la cual consiste en transformar el alijo de clorhidrato de cocaína en sustancias líquidas” y “bajo la mampara de una estructura empresarial de fabricación de bebidas”, describió.
“Ocultaban las drogas en las botellas de aparente Sirope Gourmet y otras bebidas las cuales exportaban al exterior, en países como EU, Canadá, Holanda y Jordania, permitiendo burlar los diferentes controles antinarcóticos, fiscales y aduaneros en los puertos por donde pasaban los contenedores que transportaban el producto estupefaciente”, agregó.
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Al reconfirmar que “tenían vínculos con cárteles de la droga en México”, precisó que el 19 de abril de este año se comunicó el asesinato de “este aparente socio mexicano de la agrupación criminal”, identificado como Álvaro Sánchez Sánchez, por lo que un miembro del grupo de Costa Rica viajó en mayo siguiente a suelo mexicano “para posiblemente conversar temas relacionados con el futuro de las relaciones de estas dos estructuras criminales”.
Sánchez, El Tartamudo, fue asesinado el 18 de abril en un ataque armado en el que perecieron su esposa (Orfelina Rebollar Castelán), dos tías y una sobrina en el rancho Los seis hermanos, en Tequisquiapan, Querétaro. Sánchez “era el líder de un cártel de la droga en México que poseía tentáculos o colaboradores en Centroamérica y Sudamérica”, mientras que su hermano, Lorenzo, fue identificado como “segunda figura al mando” del Cártel de los Hermanos Sánchez, añadió.
“La relación” del aparato mafioso instalado en Costa Rica “con este cártel (...) en México nos dimensiona la complejidad con la que está conformada esta estructura criminal, siendo que bajo el análisis hasta este momento hemos resuelto cómo los investigados reciben dineros ilícitos provenientes de este país [México], lo cual nos hace presumir que las cabecillas de esta estructura criminal podrían estar asentadas en esa nación”; intervenciones telefónicas policiales mostraron que la mafia hizo llamadas de Costa Rica a México, EU, Panamá, Marruecos, Reino Unido, Malasia, Países Bajos, Chile, Uganda, Suecia, Túnez, Somalia, Bélgica, España, Zimbabue y Colombia.
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Por su ubicación entre Colombia, principal productor mundial de cocaína, y EU, mayor consumidor global de esa droga, Costa Rica, en particular, y Centroamérica, en general, se consolidaron en el siglo XXI como bases clave de cárteles mexicanos.
Las mafias mexicanas De Sinaloa y Jalisco Nueva Generación (CJNG) están entre las más activas en Costa Rica y en la zona para recibir cocaína enviada de Colombia, Venezuela, Ecuador, Bolivia y Perú, almacenarla y reenviarla a México, EU y varias partes del mundo. La oficina de enlace en América Latina de la Policía Nacional de Israel en Colombia informó el 10 de octubre pasado al OIJ que el 21 de mayo de 2023 recibió información de que la droga líquida ingresaría a suelo israelí y que el 28 de mayo se supo que la mercancía estaba en Jordania. La policía israelí decomisó, el 6 de junio, 145 litros de cocaína líquida que fue transportada en un camión procedente de Jordania y “dos sujetos” llegarían a Israel desde Costa Rica para “convertir el líquido a polvo”, subrayó.
“Las cosas están cambiando de forma extraordinaria, principalmente avances del crimen organizado”, advirtió el abogado Gustavo Mata, exministro de Seguridad Pública de Costa Rica y exjerarca del OIJ. “Tenemos cárteles mexicanos que se afincaron con ramificaciones en Centroamérica y Sudamérica y están estructurados de tal manera que en Costa Rica había laboratorio de cocaína líquida y consiguieron compañía para exportarla. El asunto es bastante delicado”, dijo Mata a este diario. Al alertar de “esta situación que cada vez se nos complica más”, mencionó que “estas agrupaciones criminales reciben de vuelta millones y millones de dólares cuando entregan mercadería. Esta estructura en Costa Rica estaba recibiendo millonadas y diversificando [actividades] para legitimar dinero (...) Cada día vemos que estamos perdiendo lucha contra estructuras criminales”.