El presidente Nicolás Maduro exigió ayer al jefe del gobierno español, Mariano Rajoy, ocuparse de Cataluña y olvidarse de Venezuela, en una alocución en la que también lanzó críticas a su homólogo estadounidense, Donald Trump.

“¿Por qué Mariano Rajoy tiene que hablar de Venezuela en la Casa Blanca? Que hable de España, que hable de Cataluña (...), pero que se olvide de nombrar a Venezuela”, dijo Maduro durante un acto público en Portuguesa (oeste).

El mandatario venezolano aludía al referéndum de autodeterminación que quiere realizar el próximo domingo el gobierno regional catalán. A petición de Rajoy, el Tribunal Constitucional español prohibió la consulta.

Sobre Trump, Maduro dijo que “no debe saber dónde queda Venezuela (...) A él lo están envenenando contra Maduro", afirmó al reprochar al mandatario estadounidense por tildar a su gobierno de “dictadura socialista”.

“"¿Quién le dijo a Trump que en Venezuela había una dictadura socialista? ¿Quién lo convenció de que en Venezuela hay una dictadura? Es un exabrupto histórico pretender calificar a Venezuela de dictadura socialista”. Asimismo, llamó “traidor a la patria” al jefe de la delegación opositora en el diálogo con el gobierno, el diputado Julio Borges, después de que la oposición se negara a reanudar las conversaciones en Santo Domingo. “Julio Borges es un traidor a la patria, pidiéndole a Trump que invada a Venezuela... Este pueblo te va a pasar factura”, dijo Maduro.

Luis Florido, vocero del equipo negociador de la oposición, pidió, en entrevista con la agencia Reuters, “hechos, no sólo buenas intenciones” para retomar las conversaciones en República Dominicana.

“Los requisitos son una muestra de querer avanzar: es decirnos con hechos, y ya no con palabras, que ellos quieren avanzar en un acuerdo duradero para los venezolanos”, agregó vía telefónica. “No podemos ir a República Dominicana para hablar de cualquier cosa, tenemos que ir a hablar de los temas previstos”.

Los partidos opositores, agrupados en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) exigen el cese de la “violación sistemática de los derechos humanos”, incluida la “reducción” de los políticos presos en cárceles del país, un cronograma electoral formal hasta 2018, una solución a la crisis de escasez de alimentos y medicinas y respeto a la Asamblea Nacional, dominada por una mayoría opositora.

Para la convocatoria de ayer, la delegación del gobierno pidió a la oposición reconocer la Asamblea Constituyente, un órgano dominado por el chavismo que se instaló a comienzos de agosto y tiene poderes plenipotenciarios, pero no es reconocida tampoco pordiversos países.

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