Caracas.— El presidente venezolano, Nicolás Maduro, anunció que habrá una “reestructuración profunda” de su gabinete para “blindar la patria” ante cualquier amenaza, en momentos en los que el dirigente del Parlamento, Juan Guaidó, busca desatar una movilización a favor de la “libertad” de Venezuela.
“El presidente Nicolás Maduro solicitó a todo el gabinete poner sus cargos a la orden a los efectos de una reestructuración profunda de los métodos y funcionamiento del gobierno bolivariano para blindar la patria (...) ante cualquier amenaza”, dijo ayer la vicepresidenta Delcy Rodríguez.
Maduro, que más tarde retuiteó el escrito de la vicepresidenta, acusó a John Bolton, asesor de Seguridad Nacional del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de dirigir el “ataque al sistema eléctrico” venezolano desde las ciudades de Houston y Chicago, asegurando que tiene pruebas.
Aunque no es la primera vez que Maduro pide a sus ministros renunciar, la decisión ocurre en un tiempo en el que el país atraviesa una nueva fase de crisis política y tras el apagón que paralizó por cinco días a la nación petrolera, sumida ya en hiperinflación, escasez de medicinas y fallos de servicios públicos.
En una visita a los trabajadores de la estatal eléctrica Corpoelec, en el sureño estado Bolívar, Maduro prometió una reestructuración de la empresa y la creación de una unidad en las fuerzas armadas centrada en proteger la infraestructura clave de los denominados “ataques cibernéticos”.
En tanto, decenas de venezolanos protestaron a las afueras del Hospital Central de Barquisimeto Antonio María Pineda, ubicado en el estado de Lara (oeste), para mostrar la crisis de salud a la comisión de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, que se encuentra en el país.
La visita, encabezada por la expresidenta Michelle Bachelet, que encabeza la comisión, fue cambiada a última hora al hospital Pastor Oropeza.
Según el portal de noticias La Prensa de Lara, en la manifestación se registró un enfrentamiento entre opositores y oficialistas, dejando al menos un herido.
Las personas que se concentraban en el centro buscaban conversar con la comisión de la ONU para denunciar que el nosocomio fue pintado y dotado de medicamentos únicamente por la visita. “Si sacan unos medicamentos que le negaban a los pacientes en los días previos a esta visita de la ONU demuestran que los tenían secuestrados...”, dijo a periodistas la exdirectora del hospital María Pérez.