San José. – Plaza sitiada…
Así justificó el régimen de Venezuela la nueva oleada de represión política que desató esta semana sobre la oposición venezolana. Venezuela, alegó Caracas, entró al riesgo inminente de ser sitiada por los gobiernos de Estados Unidos —por la vía militar del Comando Sur— y de Guyana, por la petrolera estadounidense Exxon Mobil Corporation y por la oposición política venezolana en la disputa territorial sobre el Esequibo.
Al afinarlo por casi 65 años, Cuba aplicó con rigor el modelo de plaza sitiada: atribuir sus fracasos al embargo económico que EU le impuso desde 1962, ratificar su unipartidismo (Partido Comunista) y prohibir el multipartidismo, la libertad de prensa y las elecciones libres, al aducir que —cercada por Washington— jamás podría abrir espacios políticos en la isla a los rivales de la revolución que se instaló en 1959.
La plaza sitiada llevó al cuestionado presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, a activar un enemigo externo —Guyana— con varias metas.
Por un lado, retomar el hermetismo político interno para cerrar toda rendija de fuga o filtración. Por el otro, desafiar a EU para que reactive las sanciones económicas a Caracas, recuperar la imagen de país agredido y alejarse del retorno a la democracia, como elecciones libres en 2024, por el peligro de perderlas con la oposición.
“Utilizar una escalada bélica como excusa para salirse de la ruta electoral es algo que los venezolanos y la comunidad internacional no vamos a permitir”, alertó anteayer la opositora derechista venezolana María Corina Machado, proclamada el 22 de octubre anterior, en elecciones primarias, como candidata de la oposición a la presidencia para 2024.
“Sabemos cómo actúan los radicales perdedores cuando se sienten perdidos”, añadió la también jerarca del opositor partido Vente Venezuela.
Tras las primarias, Maduro garantizó que Machado nunca participará en las presidenciales de 2024 porque está inhabilitada, de 2015 a 2030, a ocupar cargos públicos.
El lío rompería un pacto oficialismo-oposición de octubre pasado para que las elecciones de 2024 sean libres, justas y transparentes. Por ese acuerdo, EU flexibilizó las sanciones petroleras que, de 2014 a 2017, impuso a Venezuela al acusar a Maduro de violar los derechos humanos y romper el orden democrático.
La denuncia de Machado sobre la represión surgió luego de que la Fiscalía General de ese país, dominada por el oficialismo, ordenó anteayer arrestar a 14 opositores venezolanos por “conspirar” contra un referéndum que se realizó el domingo anterior en Venezuela sobre la pugna con Guyana.
En su cuenta de X (antes Twitter), Machado escribió ayer: “Que Guyana y el mundo lo tengan claro: el repudio de los ciudadanos al referéndum del 3 de diciembre fue dirigido a Nicolás Maduro y a su régimen. Los venezolanos sabemos que el Esequibo es de Venezuela y estamos decididos a defenderlo y recuperarlo con firmeza y seriedad”.
El fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, pidió capturar a los 14 por conspirar con EU, Guyana y Exxon Mobil, que explota petróleo en suelo guyanés, para sabotear el referéndum. “Se logró identificar financiamiento proveniente del lavado de activos de organizaciones internacionales y empresas extranjeras”, como la petrolera, en una conjura contra el plebiscito, reveló.
Maduro alegó esta semana que más de 10 millones y medio de venezolanos ordenaron en la consulta “recuperar” el Esequibo, de unos 160 mil kilómetros cuadrados, rico en petróleo, maderas y minerales, bajo control de Guyana y que Venezuela reclama desde 1899. El Esequibo está al este de Venezuela y ocupa el oeste de Guyana.
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Como fuerza imperial colonizadora, Reino Unido se apoderó a partir de 1814 de lo que hoy es Guyana, entonces Guayana Británica, y que incluyó al Esequibo. Luego de que Londres, en 1966, concedió la independencia a Guyana, el territorio quedó bajo dominio guyanés, pero Venezuela siempre exigió el reconocimiento a su soberanía en esa área.
Con las cifras del referéndum, cuestionadas por los opositores por una evidente escasez de votantes, Maduro y los principales jerarcas oficialistas prometieron en público, sin dar detalles, que se lanzarán por recuperar el Esequibo, crearán el estado de Guayana Esequiba y cumplirán el mandato popular expresado en las votaciones.
Al generar esta semana un sorpresivo clima de guerra en el norte de América del Sur, Maduro creó en el suroriental estado de Bolívar, limítrofe con el Esequibo, una “zona de defensa integral de la Guayana Esequiba” y una sede político-administrativa bajo una única autoridad militar. Caracas decidió movilizar tropas castrenses.
El presidente de Guyana, el izquierdista Mohamed Irfaan Ali, acusó anteayer que el plan de Venezuela es “una amenaza inminente” a la integridad territorial guyanesa y la paz mundial y anunció “medidas cautelares” de defensa.
En un evidente mensaje directo de Washington a Maduro y en conjunto con la Fuerza de Defensa de Guyana, con cuyo gobierno firmó un convenio de cooperación militar en 2021, el Comando Sur de EU realizó ayer “operaciones de vuelo” dentro de territorio guyanés, informó la embajada estadounidense en Georgetown.
El poderoso dirigente y diputado venezolano Diosdado Cabello, número dos de la revolución de Venezuela, atacó anteayer a EU y Guyana. “¿Qué tiene que ver el Comando Sur en esto? ¿Quién está detrás? ¿Está el gobierno de Guyana? Detrás de todo esto está el imperialismo norteamericano con sus empresas y sus corporaciones que han destruido al mundo”, recalcó.
El ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino, calificó como una "infeliz provocación" el ejercicio estadounidense y advirtió que nada alejará a su país “de futuras acciones para recuperar el Esequibo”, una zona en donde Maduro se comprometió ayer a construir 120 viviendas.
Al subrayar que Exxon Mobil ganó más de 25 mil millones de dólares por explotar crudo en Guyana, insistió en que “este negocio es del imperialismo y cuando el títere que gobierna Guyana nos amenaza que va a convocar al Comando Sur, se ve que desconoce la historia de Venezuela. (…) Nosotros no le estamos declarando la guerra a nadie”.
“Garantizar que nadie nos va a arrebatar ni un centímetro de nuestro territorio”, proclamó, en una alusión indirecta a la defensa de Venezuela como… plaza sitiada.