París.— El presidente francés, Emmanuel Macron, justificó su asistencia a los actos conmemorativos del bicentenario de la muerte de Napoleón en la necesidad de conocer el pasado, “en sus hechos gloriosos y en los errores”.
“La lucha contra la ignorancia, el amor por el saber y por la historia nos lleva a no ceder a quienes desprecian el pasado cuando no se corresponde con la concepción que ellos tienen del presente”, aseguró el presidente en un discurso ante un grupo de académicos para recordar al emperador. De esta forma, Macron se situó por encima de la polémica que divide a Francia entre los partidarios de ensalzar la figura de Bonaparte y quienes le reprochan su totalitarismo, sus campañas bélicas sanguinarias o su decisión de restablecer la esclavitud.
“Napoleón es parte de nosotros”, clamó el presidente, que negó hacer “una celebración exaltada”, pero justificó “una conmemoración clarividente” surgida de “una mirada de frente a la historia”.
Los actos, que incluyen exposiciones, subastas y la publicación de muchos libros, deben servir para “conocer lo que Napoleón hizo de nosotros y lo que nosotros hemos hecho de Napoleón”, dijo Macron.
“Del imperio hemos renunciado a lo peor y del emperador hemos ensalzado lo mejor”, dijo Macron.