Jindires, Siria.— En medio de la tragedia también se registraron milagros, tras el terremoto que azotó Turquía y Siria. Entre las ruinas de un edificio de Jindires, localidad en el noroeste de Siria, los socorristas encontraron a una bebé, nacida bajo los escombros y todavía unida por el cordón umbilical a su madre fallecida.
Es la única superviviente de una familia en la que todos los miembros fallecieron al derrumbarse su edificio de cuatro plantas. En un video que circula en redes sociales, se ve a un hombre que lleva entre los cascotes a un bebé desnudo, recubierto de polvo, con el cordón umbilical todavía colgando. En medio del frío glacial, otro le lanza una manta para cubrir a la criatura. La bebé fue llevada al hospital de la ciudad de Afrin, donde fue puesta en una incubadora y se le administró vitamina. La pequeña tiene contusiones, pero su estado es estable, según el médico.
En otro milagro, la activista Shehr Bano difundió un caso de una niña de siete años que quedó atrapada entre los escombros en una localidad no identificada de Turquía. Con ella, quedó atrapado su hermanito menor.
Para protegerlo, la pequeña mantuvo su brazo sobre la cabeza de su hermanito, durante 17 horas, mientras los rescatistas intentaban acceder a ellos.
“Señor, si me rescata a mí y a mi hermano, seremos sus esclavos el resto de nuestras vidas”, dijo la pequeña al hombre que retiraba piedras para poder sacar a los pequeños, según tuiteó la activista. Horas después, Shehr Bano compartió una foto de los niños, sanos y salvos. “Hay esperanza para la vida. Alabado sea el Señor, ambos están sanos y salvos… Que Alá proteja y tenga piedad de la gente en Turquía y Siria”. Se desconoce qué pasó con los padres.
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