Santiago. La participación de 13 millones de votos, de un padrón de 15 millones de personas habilitadas, transformó este plebiscito en un hito democrático impulsado por un voto obligatorio que no se veía desde 2012, y que dio un holgado triunfo al “rechazo”.
Con 99.9% de las mesas escrutadas (38 mil 720 de 38 mil 757), el “apruebo” obtuvo 4 millones 855 mil 507 votos (38.3%) y el “rechazo” se impuso con 7 millones 878 mil 434 votos (61.87%). Hubo 12 millones 733 mil 941 votos válidamente emitidos, y el total de los sufragios llegaron a 13 millones 11 mil 835.
Si se observa este comportamiento por comunas, en 98 de ellas acudió a las urnas más de 90% del padrón, y Longaví, Retiro y Chanco –todas de la Región del Maule–, registraron una mayor alza respecto al plebiscito de entrada.
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Pese a que durante la mañana de ayer las largas filas en las comisarías para excusarse por estar a más de 200 kilómetros del local de votación hacían anticipar otro escenario, la tarde-noche mostró otra realidad: un récord de participación que superó ampliamente el triunfo del “rechazo” pronosticado por las encuestas, y que dejó entrever una suerte de “espiral del silencio” entre quienes no quisieron expresar su voto, aquellos indecisos y los empujados por acudir a las urnas para evitar las multas asociadas.
Para los analistas, “todavía hay mucho que entender” en este escenario, aunque ya se pueden hacer algunas lecturas. “La participación estuvo increíblemente alta, con cerca del 85%, y aunque las encuestas mostraban alto interés, creo que efectivamente tuvimos más de lo esperado, y efectivamente la mayoría de los nuevos votantes lo hicieron por el ‘rechazo’”, planteó a El Mercurio Isabel Castillo, académica de Universidad de Chile e investigadora asociada al Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (COES).
Por eso, a su juicio, se produjo esta “holgura” del “rechazo” frente a lo que pronosticaban las encuestas, que arrojaban un promedio de distancia de 10 puntos entre ambas opciones. “La mayoría silenciosa estaba ahí, no se estaba llegando a esta población que no vota, no participa y no contesta encuestas. Es inevitable pensar que la alta participación tuvo que ver con eso”.
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En la misma línea, Tomás Duval, secretario académico de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma plantea que “uno puede decir que votó casi todo el padrón y finalmente demuestra la diversidad del país. Sólo lo podríamos comparar con el plebiscito del ‘88. Creo que estamos a ese nivel y no podemos hablar de un grupo determinado, sino de todos los chilenos; lo que habla también de la importancia del voto obligatorio”.
Para Miguel Ángel López, académico de la Facultad de Gobierno de la Universidad de Chile, el voto obligatorio tuerce un poco lo que se proyectaba –y lo que se recogía de experiencias anteriores con el voto voluntario–, versus lo que ocurrió. A su juicio, la participación de personas de mayor edad sí incidió en el resultado a favor del “rechazo”.
“Había mucha esperanza en el grupo etario que va entre los 18 a los 29 años para que ayudaran en el triunfo del ‘apruebo’, sobre todo en las grandes ciudades; sin embargo, no se consideró que este grupo etario constituye apenas un 20% del padrón total”, plantea.
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Asimismo, a su parecer, este voto obligatorio impulsa el sufragio de personas “de mayor edad que no habían votado”, y “gran parte de ellos fue a votar ahora, lo que permitió dar un poco vuelta las expectativas en cuanto a la holgura del triunfo del ´rechazo’”. Por otro lado, recuerda que el voto obligatorio hizo que muchas personas se vieran obligadas a votar, “y era esperable, en cierta medida, que votaran rechazo, ya que fueron obligadas a votar”.
Solo en ocho comunas del país –tres en Valparaíso y cinco en la Región Metropolitana –, hubo una votación favorable para el “apruebo”. En tanto, a nivel regional, el “rechazo” se impuso en todas, desde Arica a Magallanes, y en la zona centro-sur superó el 70% de las preferencias.
De hecho, Magallanes, por cuestiones horarias, otorgó tempranamente sus resultados, casi como una predicción para el resto de Chile continental: triunfó el Rechazo con un 59,2%, mientras que 40,08% tuvo intenciones de aprobar la propuesta de la Convención. De hecho, en la misma mesa donde votó el presidente Gabriel Boric, el “rechazo” también se impuso.
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“Eso es lo sorprendente de esta votación, que ahora el ‘rechazo’ se impuso en todas las regiones, incluso en Magallanes, que es la zona donde es oriundo el presidente; lo que da cuenta de un triunfo multitudinario”, planteó López.
Algo similar ocurrió en la RM –donde el presidente Gabriel Boric se impuso en segunda vuelta– que tempranamente mostró una tendencia para el “rechazo”. A eso de las 19 dicha opción ya marcaba un 62.41%, y con el 99.9% de las mesas escrutadas, la distancia se estrechó, pero mantuvo el resultado: el “rechazo” se quedó con el 55.26% de las preferencias, mientras que el “apruebo”, casi 10 puntos más abajo, con 44.74%.
López recalca que, por el contrario, ya era esperable que la tendencia de la segunda vuelta donde el excandidato presidencial José Antonio Kast se había logrado imponer, se replicara, e incluso la de los adherentes de Franco Parisi en primera vuelta, pero la réplica tuvo aún más fuerza.
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“Si uno analiza los lugares donde había ganado Kast, o Parisi en primera vuelta, como Antofagasta, ellos votaron ‘rechazo’ con mucha fuerza; es decir, en las zonas donde habitualmente ganaban candidatos de derecha, eso se volvió a repetir”, planteó López.
El mismo caso para La Araucanía, donde se esperaba un triunfo de dicha opción, sin embargo, el analista recalca que efectivamente el voto obligatorio “aumentó mucho más el resultado para el ‘rechazo’”, donde se impuso por un 73.69% versus un 26.31% para el Apruebo.
Otras zonas que resultan llamativas fueron El Maule, zona de la senadora Ximena Rincón (DC) y una de las figuras de la centroizquierda que tomaron un rol protagónico en el impulso al “rechazo”. Allí dicha opción se impuso con 71.6%, versus 28.40% para el Apruebo, donde la participación se empinó por sobre el 90%, nuevamente impulsado por el voto obligatorio.
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