Ginebra.— Las muertes causadas por el coronavirus en las residencias de ancianos, que representan hasta la mitad de fallecimientos en algunos países europeos, constituyen una “tragedia humana inimaginable”, declaró ayer el director para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Hans Kluge.
En estos establecimientos la situación es “profundamente inquietante”, agregó Kluge en una videoconferencia de prensa desde Copenhague, sede de la rama Europa de la OMS. Según cálculos preliminares de la institución, en algunos países “hasta la mitad de las muertes por Covid-19 son de residentes en instituciones de cuidados de larga duración”, dijo.
Al 13 de abril, de las 444 muertes registradas en Irlanda, 55.2% se produjo en este tipo de estructura. Al 15 de abril, Francia informó que 49.4% de los muertos residían en establecimientos para ancianos, según las cifras comunicadas por la OMS a la AFP. Para Kluge, “existe una necesidad inmediata y urgente de repensar y adaptar el funcionamiento” de estos establecimientos frente a la epidemia del coronavirus.
“Muchas personas muy ancianas, que son frágiles y viven con múltiples enfermedades crónicas, tienen buenas posibilidades de recuperarse si son bien atendidas”, afirmó.
Los casos en residencias gerontológicas y otros centros similares han mostrado que el cuidado a los mayores “ha sido olvidado en Europa durante largo tiempo”, lamentó.
Europa, y también otras regiones del planeta, deben mejorar la formación del personal que trabaja en los centros de tercera edad, cambiar su modo de operación y construir sistemas de cuidado a los mayores que den prioridad a sus necesidades, añadió el experto belga.
Kluge insistió en que el personal de los centros para mayores debe tener mejor acceso a equipamiento de protección y “una apropiada remuneración por sus largos horarios de trabajo (...) Es urgente ajustar la forma en que estas instalaciones operan, buscando un equilibrio entre los requisitos de los residentes y sus familias con garantías de que estos servicios son seguros y el personal está bien protegido”.
En Estados Unidos, después de dos meses y más de 10 mil muertes que han convertido a los albergues de ancianos de Estados Unidos en uno de los lugares más terroríficos para estar durante la crisis del coronavirus, la mayoría de ellos todavía no tiene acceso a suficientes pruebas para ayudar a controlar los brotes entre sus residentes débiles y mayores.
La fiscalía de Nueva York y el Departamento de Salud comenzarán una investigación en las residencias de ancianos del estado, donde se han registrado miles de fallecidos, para determinar si actuaron con negligencia e incumplieron las normas de seguridad.
En Europa, aunque algunos países parecen haber estabilizado o reducido el número de contagios, la pandemia está lejos de terminar, añadió el experto de la OMS.
Cerca de la mitad del total de contagios y muertes por el virus estaban en Europa y, en la última semana, los casos aumentaron en el este, apuntó Kluge citando a Rusia, Turquía y Ucrania. La OMS enviará pronto equipos a Bielorrusia, Turkmenistán y Tayikistán para impulsar sus medidas de control, dijo. Kluge también subrayó que la segunda misión de este organismo en España ha confirmado una “alentadora tendencia a la baja de los casos de Covid-19” en la nación, pero pidió cautela en la fase de alivio de restricciones.
Ayer también se anunció que China donará 30 millones de dólares a la OMS para la lucha contra el Covid-19, para intentar paliar la retirada de Estados Unidos, que decidió la semana pasada suspender su aporte.