Alfred Chestnut, Andrew Stewart y Ransom Watkins.
AFP
Alfred Chestnut, Andrew Stewart y Ransom Watkins (de izquierda a derecha) fueron sentenciados de adolescentes.

El homicidio de Dewitt Duckett en noviembre de 1983 generó conmoción en la ciudad de Baltimore, en el este de Estados Unidos.

El chico de 14 años murió de un disparo en el cuello cuando iba camino a su escuela. ¿El motivo? Aparentemente su asesino quería la chaqueta que Dewitt llevaba puesta.

Ahora, 36 años después, los tres hombres que cumplían sentencias de cadena perpetua por este homicidio fueron liberados.

Se trata de Alfred Chestnut, Ransom Watkins y Andrew Stewart, quienes fueron arrestados poco después del tiroteo, cuando tenían tan solo 16 años.

Su liberación el lunes en Baltimore sucedió luego de que un juez revisara el caso y exonerara a estos hombres, que ya tienen poco más de 50 años y que siempre sostuvieron que eran inocentes.

"Estos tres hombres fueron condenados de niños por un mal accionar policial y fiscal", dijo tras la liberación la abogada del estado en Baltimore, Marilyn Mosby, quien los defendió en esta oportunidad.

Según un comunicado de su oficina, "los detectives apuntaron a tres personas, todos adolescentes negros de 16 años, entrenando y ejerciendo coerción sobre otros testigos adolescentes para poder construir su caso".

El caso fue reabierto este año luego de que Chestnut enviara una carta a la Unidad de Integridad de Convicciones de Baltimore, donde incluía pruebas que él mismo consiguió el año pasado mediante un pedido de acceso a información pública.

Alfred Chestnut con su madre.
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Alfred Chestnut logró conseguir pruebas mediante un pedido de acceso a la información.

De acuerdo con los fiscales, durante la investigación inicial la policía ignoró y retuvo los informes de varios testigos que identificaban a otra persona como el asesino.

Tampoco informó que los testigos del juicio no identificaron a los tres adolescentes en las alineaciones de fotos.

De hecho, todos los testigos del juicio original se han retractado de aquellos testimonios, dijo Mosby.

El hombre que había sido identificado como sospechoso falleció en 2002 y el principal policía a cargo de la investigación, en 2016.

"No creo que lo de hoy sea una victoria: es una tragedia. Y tenemos que asumir nuestra responsabilidad", afirmó la abogada.

En conferencia de prensa, Watkins dijo que "esto jamás debió pasar", y agregó: "La pelea no ha terminado (...) volverán a oír de nosotros".


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