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Londres.— Lluvias torrenciales en el sureste de Inglaterra anegaron calles de Londres, donde los bomberos recibieron cientos de llamadas.
Coches y los característicos autobuses rojos quedaron bloqueados y no podían avanzar en zonas de la capital británica, según imágenes publicadas en redes sociales.
En el sur de Londres, cerca de la estación de Queens Town Road, la policía cerró una calle ya que la calzada estaba inundada, constató una periodista de la AFP.
Los bomberos londinenses indicaron en Twitter que recibieron hasta 300 llamadas por las inundaciones en el suroeste de la ciudad.
La Oficina Meteorológica británica estableció un nivel de alerta naranja en la capital y otras zonas del país hasta las 19:00. Este servicio alertó también del peligro de relámpagos e inundaciones por las lluvias torrenciales previstas hasta el lunes. En varias zonas del sur podrían caer 100 milímetros de lluvia en pocas horas, el doble de la media para un mes de julio, agregó.
En Bélgica, nuevas tormentas volvieron a causar destrozos en diversas regiones del país, aunque por el momento no se reportan víctimas, como ocurrió con las lluvias torrenciales de la semana pasada.
Por la mañana, residentes de Dinant se dedicaron a sacar agua de las casas y retirar con remolcadoras y palas los destrozos en el pavimento levantado que el sábado provocó en algunas de las calles el desbordamiento de un embalse.
“Estaba mirando videos en internet y de repente en menos de un minuto toda la calle estaba inundada”, explicó a EFE Alain, un joven que aseguró que estuvo trabajando “toda la noche para ayudar a los ciudadanos”, porque “hay que ser solidario”, dijo. El Instituto Real de Meteorología belga emitió el viernes una alerta naranja por nuevas tormentas, más localizadas que las de la semana pasada, pero avisando de la posibilidad de nuevos desbordamientos.
Las tormentas no afectaron esta vez las zonas que se vieron fuertemente golpeadas por las inundaciones del jueves y el viernes de la semana anterior, que impactaron sobre todo en la provincia de Lieja y la ciudad de Verviers (sureste de Bélgica).
El instituto meteorológico belga avisó de la posibilidad de nuevas tormentas hasta el próximo miércoles, aunque ayer rebajó la alerta de naranja a amarillo.