Londres.— La primera ministra británica, Theresa May, y el alcalde de Londres, Sadiq Khan, participaron ayer en un homenaje a las víctimas mortales del ataque terrorista de hace un año en el puente de Londres y el mercado Borough.

Familiares y amigos de los ocho fallecidos encendieron velas y depositaron flores durante un oficio religioso en la catedral londinense de Southwark, a pocos metros de donde se produjo el atentado, en el que resultaron heridas 48 personas.

El decano del templo, Andrew Nunn, leyó al comienzo del servicio, ante unas 700 personas, los nombres de los fallecidos y expresó su deseo de que el tributo colectivo ayude a las familias a superar su pérdida.

“El amor es más fuerte que el odio, la luz es más fuerte que la oscuridad y la vida es más fuerte que la muerte. Eso era cierto hace un año y lo sigue siendo hoy”, declaró Nunn.

Tras el acto religioso, May, Khan y otras autoridades, como el líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, y la comisaria jefa de la policía de Londres, Cressida Dick, depositaron ofrendas florales y guardaron un minuto de silencio para recordar a los fallecidos, una muestra de respeto que se siguió en todo el país.

La noche del 3 de junio de 2017, tres hombres arrollaron con una furgoneta a los peatones que cruzaban el puente de Londres y acto seguido comenzaron a apuñalar a multitud de personas que se encontraban la zona de bares del cercano mercado Borough. La policía abatió a tiros a los atacantes ocho minutos después de que comenzaran su acción.

Una de las víctimas era el español Ignacio Echeverría, de 39 años, quien se enfrentó a los atacantes para intentar detenerles antes de morir apuñalado, un acto heroico por el que la Policía Nacional española le concedió en julio del año pasado la medalla al Mérito Policial con carácter honorífico a título póstumo.

Antes de la ceremonia, la primera ministra británica expresó su tributo a la valentía de las víctimas y los servicios de emergencia que intervinieron en el atentado.

“Las múltiples historias del coraje que se demostró aquella noche siempre estarán conmigo, como la de Ignacio Echeverría, que murió después de enfrentarse a los terroristas con lo único que tenía, un monopatín”, destacó May.

El padre del español, Joaquín Echeverría, declaró en una entrevista con la BBC divulgada ayer que su hijo fue “un hombre bueno” que trató de salvar la vida a otras personas.

“Quiero que se sepa que siempre quiso ser bueno. Yo creo que Ignacio hizo lo que tenía que hacer. No esperaba menos de él”, afirmó.

El líder de la oposición laborista, Corbyn, mostró asimismo su respeto por los afectados por el atentado y aseguró que el terrorismo no ha dividido a la sociedad británica.

“Igual que ocurrió después de los ataques en Manchester y en Finsbury Park, nuestras comunidades se mantuvieron unidas y rechazaron quedar divididas”, expresó Corbyn.

Sin embargo, a pesar de los esfuerzos por combatir actividades terroristas, el riesgo de que se registren nuevos atentados por parte de grupos islamistas o de la extrema derecha está aún vigente, reconoció ayer el Ministerio del Interior.

La amenaza se mantendrá “al mismo nivel al menos por dos años más" o incluso puede aumentar, advirtió esa dependencia en un informe emitido con motivo del aniversario.

Desde marzo de 2017 las fuerzas de seguridad han frustrado 12 complots islamistas y cuatro de la extrema derecha, mientras que unas 3 mil personas sospechosas de planear ataques fueron puestas bajo vigilancia policial.

La entereza de la capital contra el terrorismo nunca ha sido mayor, dijo la primera ministra. Reino Unido sufrió cinco ataques terroristas en el transcurso de un año, entre ellos uno contra una mezquita por islamofobia. El más grave fue con una bomba de fabricación casera en un concierto en Mánchester, que dejó 22 muertos, muchos de ellos niños y adolescentes.

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