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El Reino Unido elevó a “crítico”, el más alto, el nivel de alerta terrorista, lo que significa que un atentado puede ser inminente, anunció ayer la primera ministra británica, Theresa May, luego de que al menos 29 personas resultaran heridas por una explosión en un convoy del Metro en la estación de Parsons Green, en el suroeste de Londres, en la línea District, en un atentado reivindicado por el grupo terrorista Estado Islámico (EI).
Se trata del quinto atentado de este año, pero el primero que no deja víctimas fatales. La explosión ocurrida en torno a las 8:20 horas locales en un vagón de un tren en la estación del Metro de Parsons Green, en el tramo exterior de la línea District, cuando estaba repleta de pasajeros que acudían a su trabajo en el centro de la ciudad, fue resultado de la “detonación de un artefacto explosivo improvisado”, informó el inspector adjunto de la policía metropolitana Mark Rowley.
De los heridos, la mayoría fue por quemaduras provocadas por la bola de fuego que generó la explosión, así como por lesiones causadas durante la estampida que se generó para escapar del lugar, aunque ninguno de los heridos está grave. Ocho de ellos fueron dados de alta por la noche.
Fotografías divulgadas por los medios muestran que el artefacto estaba en un cubo blanco dentro de una bolsa de un supermercado y al parecer tenía un detonador, pero no llegó a explotar en su totalidad.
En un comunicado publicado en Telegram y cuya autenticidad no pudo ser verificada, el Estado Islámico aseguró que “sólo con la ayuda de Dios los soldados del califato lograron poner numerosos artefactos explosivos e hicieron explotar uno de ellos en un grupo de cruzados en la estación de Metro Parsons Green”.
En otro comunicado, amenazó con que “lo peor está por venir” y que el “próximo” ataque que se lleve a cabo “va a ser peor con la decisión de Dios y gracias a Dios”.
La primera ministra británica, Theresa May, anunció por la noche que se elevó el nivel de amenaza terrorista a “crítico”, el más alto posible, lo que significa que un ataque puede ser inminente y que se elevan las medidas de seguridad.
“El público verá más policía armada en la red de transporte y en nuestras calles para ofrecer una protección adicional”, señaló May tras mantener una reunión en el Centro Conjunto de Análisis Terrorista. Previamente, la premier había dicho que el “cobarde ataque terrorista” pretendía causar un “daño importante”.
Todavía no está claro cómo llegó el explosivo al Metro. Cientos de funcionarios están revisando material grabado por las cámaras de seguridad. La explosión está siendo investigada por la unidad especializada en terrorismo de la policía metropolitana con el apoyo del servicio de inteligencia nacional MIT.
Al parecer el artefacto fue activado con la ayuda de un temporizador, informó la emisora BBC. En las redes sociales circulaba la imagen de una papelera blanca donde al parecer se habría desencadenado la explosión y que muestra hilos metálicos colgando del cubo. La policía no confirmó la autenticidad de la imagen.
Con todo, analistas como Magnus Ranstorp, de la Universidad de Defensa Sueca, consideró que los londinenses fueron muy afortunados porque la bomba que fue abandonada y no estalló por completo. “Parece que fue ensamblado apresuradamente”, explicó.
Las autoridades buscan al responsable o responsables del ataque, explicó el alcalde de Londres, Sadiq Khan, quien no especificó si ya existe algún sospechoso. “Nuestra ciudad condena a los repugnantes individuos que intentan hacernos daño y destruir nuestra forma de vida a través del terrorismo”, dijo Khan, quien afirmó que Londres nunca se dejará vencer por el terrorismo, al tiempo que apeló a los ciudadanos a mantenerse tranquilos y vigilantes.
Boris Johnson, ministro de Exteriores, pidió tranquilidad y que los británicos continúen con sus vidas con la mayor normalidad posible.
Sin embargo, medios como la BBC resaltaron que, considerando los cinco ataques perpetrados y los frustrados, el país vive el periodo “más prolongado de actividad terrorista desde la campaña de bombardeos del Ejército Republicano Irlandés, en la década de los 70”.
Hasta el lugar del ataque fueron desplazados numerosos equipos de asistencia y medio centenar de bomberos. La estación afectada, que no es subterránea, sino que se encuentra en la superficie, fue acordonada y el servicio del Metro quedó interrumpido parcialmente.
Los testigos describieron escenas de pánico y relataron cómo la gente bajó corriendo de la estación a la calle. “La gente empezó a amontonarse porque algunos se habían caído mientras corrían”, explicó una mujer ante las cámaras de televisión.
“Escuché una fuerte explosión y cuando miré atrás me pareció ver una bolsa, pero no sé si está relacionada”, contó un pasajero a BBC. “Vi gente con heridas leves, quemaduras en la cara, los brazos, las piernas (...) Se ayudaban unos a otros”, explicó.
El presidente estadounidense, Donald Trump, pidió medidas más duras contra los terroristas. “Otro ataque en Londres de un terrorista perdedor. Son gente demente y enferma que estaba en el radar de Scotland Yard. ¡Debemos ser proactivos!”, tuiteó. Al ser cuestionada por esa referencia, May afirmó que en su opinión “no ayuda que alguien especule sobre una investigación que está en marcha”.
Posteriormente, Trump llamó por teléfono a May para expresarle su pesar por el ataque y renovar su compromiso de colaboración con Reino Unido contra el terrorismo.
La embajada de México en Reino Unido dijo no tener información sobre connacionales fallecidos o afectados por el ataque.