Miami.— La Asociación Nacional del Rifle de Estados Unidos (NRA, por sus siglas en inglés) es una de las organizaciones más influyentes en el panorama político estadounidense, especialmente en lo que respecta a la legislación sobre armas. Su influencia en las campañas políticas se manifiesta de varias maneras, contribuyendo significativamente al debate y a las políticas sobre el control de armas en el país.
Mientras que el término lobbying judío en Estados Unidos abarca las actividades de una diversidad de organizaciones que representan diferentes segmentos de la comunidad judía estadounidense, cada una con sus propias prioridades y agendas.
Estas organizaciones trabajan para influir en la política y la legislación en áreas que incluyen el apoyo a Israel, la promoción de los derechos humanos, la lucha contra el antisemitismo y la defensa de la libertad religiosa.
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Influencia partidista de ambos grupos
Mientras que la NRA tiende a influir más en los republicanos debido a su postura sobre los derechos de armas, los grupos de interés judío tienen una influencia más diversa y repartida entre ambos partidos, reflejando la variedad de perspectivas dentro de la comunidad judía y sus diferentes prioridades políticas.
La NRA apoya a Donald Trump, futuro candidato republicano a la presidencia en 2024, y sus correligionarios en el Congreso, al igual que algunos de los grupos de interés judío.
Los restantes grupos de interés judío se inclinan hacia el candidato del Partido Demócrata y actual presidente Joe Biden y sus colegas en el Congreso.
¿Cómo influye la NRA?
Una de las principales formas en que la NRA influye en las campañas políticas es a través del financiamiento y el apoyo a candidatos que comparten su visión sobre el derecho a poseer y portar armas.
“Esto incluye contribuciones financieras directas a las campañas de los candidatos, así como campañas de publicidad independientes que apoyan a candidatos pro-armas o critican a aquellos que abogan por un control más estricto de las armas”, explica a EL UNIVERSAL desde Texas el abogado internacionalista Jaime Ortiz.
“Al apoyar a candidatos que están a favor de los derechos de posesión de armas, la NRA asegura que sus intereses estén bien representados en el Congreso y en las legislaturas estatales”.
Además del financiamiento de campañas, la NRA ejerce una considerable influencia a través de sus esfuerzos de cabildeo, negociaciones con políticos y partidos.
La organización aboga por políticas y legislaciones que reflejen sus puntos de vista, trabajando de cerca con legisladores y funcionarios electos para asegurar que las leyes sobre el control de armas se alineen con sus intereses.
Adicionalmente, la NRA “también moviliza a su base de miembros para que contacten a sus representantes y aboguen en contra de las legislaciones que perciben como restrictivas para los derechos de los propietarios de armas”, comenta Ortiz; pero se desconoce cuántas personas mueve socialmente, la NRA afirmaba tener aproximadamente 5 millones de miembros en 2023.
La NRA también juega un papel crucial en la movilización de votantes en Estados Unidos.
“La organización cuenta con una amplia base de miembros y seguidores que son altamente activos y comprometidos políticamente”, dice el abogado.
A través de sus comunicaciones y eventos, la NRA incentiva a sus miembros a votar por candidatos que apoyan los derechos de las armas. Esta movilización puede ser decisiva en elecciones estrechas, donde el apoyo de los votantes proarmas puede inclinar la balanza a favor de un candidato.
Además, la NRA influye en las campañas políticas y en el debate público sobre el control de armas a través de sus esfuerzos de comunicación y relaciones públicas.
“La organización utiliza una variedad de plataformas para difundir su mensaje, incluidas las redes sociales, su sitio web y publicaciones periódicas”, subraya Ortiz.
Al hacerlo, la NRA contribuye a configurar la narrativa en torno al debate sobre el control de armas, resaltando casos en los que las armas han sido utilizadas para la autodefensa y argumentando que las restricciones a las armas infringen los derechos constitucionales de los ciudadanos estadounidenses.
A través de todas estas actividades, la NRA “busca asegurar que las políticas y legislaciones sobre el control de armas reflejen sus intereses y protejan el derecho a poseer y portar armas en el país”, explica el abogado Jaime Ortiz.
En varios estados, la NRA ha apoyado con éxito la aprobación de leyes Stand Your Ground (Defiende Tu Posición) y Constitutional Carry (Portación sin Permiso). Estas leyes permiten a los individuos portar armas ocultas sin necesidad de un permiso y les otorgan mayor protección legal cuando utilizan la fuerza en defensa propia.
Aunque las batallas legislativas en el Congreso han sido más desafiantes, la NRA ha trabajado para bloquear o mitigar las propuestas que buscan imponer verificaciones de antecedentes más estrictas, límites a la capacidad de los cargadores de armas, y la prohibición de ciertos tipos de armas de asalto.
La NRA ha participado activamente “en litigios estratégicos para desafiar las leyes de control de armas en los tribunales. Un ejemplo es su participación en casos que llegan a la Corte Suprema de Estados Unidos, donde han buscado sentencias favorables a sus intereses”, subraya el experto Ortiz.
La influencia del lobby judío
Una de las áreas clave de influencia de los grupos de lobby judíos es la política exterior de Estados Unidos hacia Israel.
Han logrado mantener el apoyo bipartidista a Israel en el Congreso y la administración del país, asegurando la continuidad de la ayuda financiera y militar a Israel. Esto incluye “asistencia anual en seguridad, que es parte de un paquete de ayuda a largo plazo comprometido por Estados Unidos para asegurar la defensa de Israel”, comenta el politólogo Pablo Salas desde Florida a este medio.
El aumento de incidentes antisemitas en Estados Unidos y en todo el mundo ha llevado a los grupos de lobby judíos a intensificar sus esfuerzos para combatir el antisemitismo.
Han trabajado con éxito para promover la adopción de la definición de antisemitismo de la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto (IHRA, por sus siglas en inglés) por parte de instituciones gubernamentales y educativas.
Además, “han logrado la aprobación de legislaciones que refuerzan la lucha contra el antisemitismo y promueven la educación sobre el Holocausto en las escuelas”, dice el politólogo.
Grupos de interés judío en EU
Los grupos de lobby judío en Estados Unidos, representados por una variedad de organizaciones con diferentes enfoques y prioridades, incluyen desde la promoción del apoyo estadounidense a Israel hasta la defensa de los derechos civiles y la lucha contra el antisemitismo.
AIPAC (Comité de Asuntos Públicos Estados Unidos-Israel) es probablemente el más conocido. AIPAC promueve políticas que apoyan la relación entre Estados Unidos e Israel, enfocándose en la seguridad, la cooperación militar y la ayuda económica a Israel.
J Street se presenta como una alternativa pro-Israel, propaz, AIPAC. J Street apoya soluciones de dos Estados al conflicto israelí-palestino y aboga por políticas estadounidenses que reflejen estos valores.
La Conferencia de Presidentes de las Principales Organizaciones Judías Americanas es una coalición de más de 50 organizaciones judías nacionales. Trabaja en una variedad de asuntos relacionados con la seguridad y el bienestar de la comunidad judía, tanto en Estados Unidos como a nivel mundial.
ADL (Liga Antidifamación), aunque se centra principalmente en combatir el antisemitismo y la discriminación, también participa en el lobbying en asuntos relacionados con los derechos civiles, el odio y la discriminación en línea, y la seguridad de las comunidades judías.
El AJC (Comité Judío Americano) trabaja en la promoción de los derechos humanos, la democracia y la paz en todo el mundo, y aboga por políticas que fortalezcan las comunidades judías y aseguren la seguridad de Israel.
Similar a la NRA, algunos grupos de lobby judío apoyan financieramente a candidatos políticos que alinean con sus objetivos, especialmente aquellos comprometidos con la seguridad y el bienestar de Israel, así como con la promoción de la tolerancia y la justicia social.
“Estos grupos llevan a cabo actividades de lobby para influir en la política exterior de Estados Unidos hacia Israel y en una variedad de temas domésticos”, explica Salas; “trabajan para asegurar que las preocupaciones y perspectivas judías sean consideradas en la legislación y la política”.