Laura Luelmo llevaba apenas unos días en un pueblo de Huelva, en el sur de España, cuando desapareció sin dejar rastro el pasado miércoles 12 de diciembre.
Tras días de búsqueda de autoridades y voluntarios y una creciente preocupación por su paradero, el cuerpo de esta joven profesora fue hallado sin vida y con signos de violencia el lunes, en una zona boscosa.
Según la autopsia preliminar, la mujer, de 26 años de edad, falleció por "un fuerte golpe" en la frente con objeto contundente, un palo o una piedra", entre el 14 y el 15 de diciembre, informa la agencia española de noticias Efe.
Un hombre de unos 50 años fue detenido el martes como sospechoso de su muerte.
Y este miércoles, "a primeras horas de la mañana", Bernardo Montoya confesó haber acabado con la vida de Luelmo, según reportes de medios españoles.
El asesino confeso había salido de prisión el pasado octubre tras cumplir 20 años encarcelado por el asesinato de una anciana en 1995 en su localidad natal en Cortegana (Huelva) y dos robos con fuerza, añade Efe.
El caso ha generado indignación en España, donde se han producido numerosas manifestaciones en redes sociales y protestas en las calles en defensa de la mujer y contra la violencia machista.
La investigación todavía está en curso.
Luelmo, natural de Zamora, en el noroeste del país, llegó a Huelva a principios de mes para sustituir a una profesora temporalmente en un instituto de secundaria de la localidad de Nerva.
Era su primer trabajo como profesora. Había alquilado una casa en El Campillo, un pueblo a pocos kilómetros de su centro de trabajo.
El pasado miércoles, la joven salió de su casa a correr por la zona en torno a las 16:00 horas (15:00 GMT)..
Poco después se perdió la señal de su celular y desde entonces no se sabía nada de ella. Autoridades y vecinos de la zona se volcaron en el operativo de búsqueda durante días.
https://twitter.com/sosdesaparecido/status/1074667291734876160
El lunes, uno de los voluntarios de la Cruz Roja que participaba en la búsqueda halló su cadáver entre unos matorrales, a unos cuatro kilómetros del pueblo. Primero vio unas ropas y a unos metros estaba el cuerpo.
El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, expresó su pésame y mandó su "cariño y apoyo" a los familiares de la mujer.
Actos en recuerdo de la joven profesora se han llevado a cabo en múltiples partes de España.
Desde la Universidad de Salamanca, donde estudió, o en la Biblioteca Nacional, donde fue becaria, y también en las Cortes de Castilla y León o el propio Senado.
En los minutos de silencio celebrados en colegios e instituciones públicas, también se pudieron leer pancartas de repulsa contra la violencia, bajo el lema "Ni Una Más".
Mientras tanto, una frase se repite en las redes sociales de mujeres de todo el país: "De camino a casa quiero ser libre, no valiente".
Según informan medios españoles, el detenido era vecino de la víctima.
Los residentes pusieron el foco desde el primer momento en este hombre y en su hermano gemelo, condenado hace años por la muerte de una mujer también en la misma provincia.
No obstante, la participación del hermano en el crimen de Laura ha quedado descartada, ya que en el momento del suceso se encontraba en prisión.
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