El gobierno de Donald Trump dio un paso más contra la migración.
En una nueva medida publicada en el Registro Federal, el Departamento de Justicia y de Seguridad Nacional anunció que los migrantes que pasen por un tercer país de camino a Estados Unidos y no soliciten asilo en esa nación no serán "elegibles para asilo".
La medida, que entrará en vigor este martes, "se aplicará únicamente a extranjeros que entren o lleguen a Estados Unidos desde la entrada en vigor" de la norma, señala el documento.
Esta nueva limitación se suma a los esfuerzos de la Casa Blanca de Trump por frenar la llegada de inmigrantes a la frontera sur del país y se espera que sea disputada en los tribunales.
De hecho, la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) ya anunció por Twitter que interpondrá una demanda.
"Esta nueva norma es, evidentemente, ilegal".
En los últimos meses, más de 500 mil personas han llegado a México, la mayoría de Centroamérica y de camino a Estados Unidos, huyendo de la violencia y las crisis económicas en sus países de origen.
Entre esos migrantes, también se encuentran ciudadanos de Cuba, Venezuela o de países de África.
La medida aprobada por el gobierno de Trump recoge algunas excepciones, en concreto:
- Aquellos que demuestren que solicitaron protección por motivos de persecución o tortura en al menos uno de los países por los que pasaron en ruta a Estados Unidos, y les fue rechazada en esa nación;
- Aquellos que demuestren que se ajustan a la definición de "víctima de una severa forma de tráfico de personas";
- Aquellos que, de camino a Estados Unidos, han pasado por un país o países que no formen parte de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados 1951, el Protocolo 1967, y la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes.
Bajo la Convención de los Refugiados de la ONU, no hay obligación para los refugiados de pedir asilo en el primer país "seguro" al que lleguen. La norma internacional protege a los demandantes de asilo de ser procesados por entrar ilegalmente a un país extranjero.
Desde el gobierno de Trump, se mantiene que la mayoría de los migrantes que están llegando a la frontera sur del país emigran por motivos económicos y no se les considera "refugiados", tal y como evidenció el comunicado del secretario en funciones de Seguridad Nacional Kevin K. McAleenan, publicado este lunes.
"La medida reducirá la abrumadora carga en nuestro sistema causada por los solicitantes de asilo que no buscan protección urgente en el primer país disponible, migrantes económicos a los que les falta un miedo de persecución legítimo y las organizaciones criminales transnacionales y traficantes que explotan nuestro sistema en busca de ganancias", señaló.
"Tercer país seguro"
La decisión del gobierno de Trump se conoce después de que el Tribunal Constitucional de Guatemala bloqueara temporalmente la posibilidad de que el país centroamericano fuera definido como un "tercer país seguro", en medio de la polémica por que se produjera un acuerdo en ese sentido entre el gobierno guatemalteco y el estadounidense.
La idea de "tercer país seguro" surge a raíz de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados que se firmó en Ginebra, Suiza, en 1951, y se resume en lo siguiente: cuando una persona abandona su país para solicitar asilo en otro, este segundo país puede negarse a recibirlo y remitirlo a un tercero que considere que puede darle las mismas atenciones.
El presidente de Guatemala, Jimmy Morales, tenía previsto viajar a Estados Unidos para reunirse con altos funcionarios este lunes, pero el encuentro fue cancelado tras la decisión del Constitucional.
Estaba previsto que Morales hablara sobre temas de migración y seguridad durante su visita. Según fuentes estadounidenses citadas por medios guatemaltecos, su intención era que Guatemala se declarara "tercer país seguro".
No obstante, al reprogramar la reunión, el gobierno guatemalteco publicó un comunicado en Twitter en el que aseguró que "en ningún momento se contempla firmar un acuerdo para convertir a Guatemala en un tercer país seguro".
Guatemala es uno de los países, junto a sus vecinos de El Salvador y Honduras, de donde procede la mayor parte de migrantes que llegan a Estados Unidos.
Este mes, la fotografía de un migrante salvadoreño junto a su hija, de apenas 23 meses de edad, ahogados en el río Bravo en su intento de llegar a territorio estadounidense llevó a que el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, dijera que su país debe hacer más para solucionar los problemas que empujan a sus ciudadanos a emigrar.
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"Podemos culpar a cualquier otro país, ¿pero y qué de nuestra culpa? ¿De qué país huyeron? ¿Huyeron de Estados Unidos? Huyeron de El Salvador, huyeron de nuestro país. Es nuestra culpa", señaló el presidente en una entrevista con la BBC.
Qué más medidas tomó Trump
Desde su llegada al poder, Trump ha mantenido una dura postura contra la inmigración, instando a reducir el flujo migratorio con políticas de asilo más restrictivas y la construcción de un muro en la frontera con México.
Entre las medidas controvertidas puestas en práctica por su gobierno se encuentra la detención de adultos que cruzan de manera ilegal la frontera, y la consecuente separación de familias.
La Casa Blanca también ha suspendido la ayuda que concedía a Guatemala, Honduras y El Salvador, argumentando que estos países no hacen lo suficiente para frenar el éxodo.
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