El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció hoy un acuerdo con México en la renegociación del TLCAN, en vigor desde el 1 de enero 1994, al que espera que se sume "pronto" Canadá , un año después del inicio de la renegociación del pacto entre los tres signatarios en Washington.
Entre otros anuncios, el mandatario remarcó que cambiará el nombre al TLCAN, porque tiene "connotaciones muy negativas", y que se llamará ahora "Acuerdo de Comercio de EU y México".
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El actual Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), originalmente conocido como North American Free Trade Agreement (NAFTA), es un acuerdo de amplio alcance que establece las reglas que rigen el comercio y las inversiones entre Canadá, Estados Unidos y México.
Su origen hay que buscarlo en el Tratado de Libre Comercio entre Canadá y Estados Unidos que fue firmado el 4 de octubre de 1988.
Las negociaciones para ampliarlo a México comenzaron en 1990 y culminaron con su puesta en marcha el 1 de enero de 1994 tras la aprobación por los Parlamentos de los tres países y su firma por el primer ministro de Canadá, Brian Mulroney ; el presidente de México, Carlos Salinas, y el de Estados Unidos, George H.W. Bush.
Desde entonces el TLCAN ha eliminado gradualmente las restricciones al comercio y a la inversión entre los tres países de la región de América del Norte, que se ha consolidado como la mayor zona de libre comercio en el mundo.
A diferencia de organizaciones internacionales como la Unión Europea, el TLCAN no crea un conjunto de organismos gubernamentales supranacionales o un conjunto de leyes por encima de la ley nacional. Podría definirse más bien como un conjunto de reglas consensuadas entre los países firmantes para vender y comprar productos y servicios.
El Tratado contiene ocho secciones y 22 capítulos , dentro de los cuales destacan las siguientes disposiciones: acceso a mercado de bienes, protección a la inversión extranjera, protección a la propiedad intelectual, facilitación de acceso para visitantes de negocios y el acceso a compras del sector público.
Según sus promotores, desde que entró en vigor el TLCAN, los niveles de comercio e inversión se han incrementado en América del Norte, generando un crecimiento económico sólido, la creación de puestos de trabajo y una mayor variedad de bienes de consumo a mejores precios.
Lo que, siguiendo con el discurso oficial, ha beneficiado a las empresas, los consumidores, las familias, los trabajadores y los agricultores de la región.
Según datos del Gobierno de Canadá, el valor de las importaciones en la zona en 2016 alcanzó el billón de dólares, triplicando las cifras por el mismo concepto desde 1993. Además el PIB combinado de los tres países se elevó a 21 mil 146 billones de dólares, y la población total a 473 millones de habitantes, lo que supone casi el 30 % del PIB total mundial y solo el 6.5 % de la población global.
Hace un año, el 20 de agosto de 2017, tras cuatro días de negociación, Estados Unidos, Canadá y México cerraban la primera ronda de conversaciones sobre el nuevo TLCAN.
Las conversaciones estuvieron encabezadas por los respectivos jefes negociadores. Por México, Kenneth Smith, encargado de comercio de la embajada mexicana en Washington y que ya participó en la negociación del acuerdo inicial; por Estados Unidos, John Melle, actual asistente de Comercio Exterior para el Hemisferio Occidental, y Steve Verheul por Canadá, quien ya estuvo al frente del pacto del país con la Unión Europea.
lsm