"Es lo más inhumano que he pasado en mi vida".
Con estas palabras el mexicano Joaquín "El Chapo" Guzmán protestó por el juicio al que fue sometido en Estados Unidos y por el cual fue condenado este miércoles a cadena perpetua y 30 años adicionales, como líder de un cartel que envió toneladas de drogas a ese país.
Guzmán, de 62 años de edad, aprovechó su alegato final ante el juez federal Brian Cogan para agradecer a su esposa y a su familia por el "apoyo incondicional" que le brindaron.
"A todas las personas que oraron por mí, esas oraciones me dieron fortaleza para pasar esta tortura que estoy pasando a lo largo de 30 meses", agregó.
"El Chapo" fue procesado por una corte de Nueva York, donde en febrero pasado fue declarado culpable de los 10 cargos que enfrentaba en su juicio, considerado el mayor de la historia de EE.UU. por narcotráfico.
Tras su condena, se espera que sea trasladado a una prisión federal de máxima seguridad en EE.UU. donde pasaría el resto de sus días.
"Las condiciones de confinamiento que he vivido en los últimos 30 meses han sido una gran tortura", dijo Guzmán al iniciar una serie de quejas sobre las condiciones en las que estuvo recluido y sobre la calidad del juicio mismo.
Afirmó que tuvo que "beber agua no higiénica todos los días" y se quejó de la falta de luz solar y del aire seco del ducto que recibía en su celda.
"Me duele mi garganta, mi nariz y sufro dolores de oído, de cabeza", apuntó Guzmán, quien basó gran parte de su intervención en unas anotaciones que tenía sobre su mesa.
"El Chapo" también protestó por las limitaciones a las que fue sometido en sus relaciones familiares durante el tiempo de confinamiento.
"A mi esposa hasta el día de hoy no se le ha permitido que me visite. No se me ha permitido abrazar a mis hijas. Ha sido una tortura las 24 horas emocional, psicológica y mental. Es lo más inhumano que he pasado en mi vida", protestó.
Guzmán también cuestionó la forma cómo se realizó el juicio por considerar que no hubo la imparcialidad necesaria.
"Cuando fui extraditado a EE.UU. esperaba un juicio justo (...) lo que pasó fue lo apuesto", afirmó.
Alegó que en este proceso su fama había sido un factor determinante y aseguró que los jurados tuvieron acceso a artículos en los cuales "fui expuesto a acusaciones en mi contra que no eran ciertas".
"¿Por qué fuimos a juicio?, ¿por qué no sentenciarme desde el primer día? Ya que el gobierno de EE.UU. va a enviarme a una prisión donde jamás van a escuchar mi nombre, tomé esta oportunidad para decir: 'Aquí no hubo justicia'", apuntó.
"Mi caso quedó manchado y si usted me negó un juicio justo a mí… entonces, se le puede negar a cualquiera en otros casos donde nadie esté mirando. Deja claro que Estados Unidos no es mejor que cualquier país corrupto al que ustedes no respetan", señaló Guzmán en la parte final de su alegato.
La fiscal federal Gina Parlovecchio habló inmediatamente después de Guzmán y dijo en respuesta: "Este acusado no tiene respeto por la dignidad humana", insistiendo en que asesinó y "envenenó" a otras personas con sus drogas.
Durante la audiencia celebrada este miércoles, el juez Brian Cogan consideró que los crímenes de "El Chapo" fueron de una "maldad inmensa".
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