El Equipo Japonés de Auxilio para Desastres (o JDR por sus siglas en inglés) llegó el pasado jueves a México para apoyar en las labores de búsqueda y rescate, tras el devastador sismo del 19 de septiembre .
Con su característico uniforme naranja y azul y sus cascos a juego, éste es un grupo de especialistas con un certificado de alto nivel internacional en rescates tras desastres naturales , que depende de la Agencia de Cooperación Internacional de Japón ( JICA ), perteneciente al Ministerio de Relaciones Exteriores del país asiático.
El cuerpo de expertos surgió a finales de los años 70, cuando equipos médicos fueron enviados a ayudar a refugiados provenientes de Camboya . En 1987, se promulgó la ley del Equipo Japonés de Auxilio para Desastres para mejorar los sistemas de expedición de equipos de rescate.
El objetivo principal del Equipo de Búsqueda y Rescate Japonés es “salvar vidas dentro de un ambiente urbano, tal como un edificio colapsado”, detalla la JICA .
SUS MISIONES
El Equipo Japonés de Auxilio para Desastres coopera con organismos internacionales como la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios ( UNOCHA ) para brindar apoyo en situaciones de crisis.
La duración aproximada de sus misiones, que deben ser ordenadas por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Japón bajo la autorización del Ministerio de Defensa , es de 10 días.
Entre 1987 y 2016, estos rescatistas japoneses han participado en casi 500 misiones de asistencia ante desastres. Estuvieron presentes en las operaciones de emergencia de los sismos de Haiti y Nepal , los ciclones en Filipinas y Vanuatu , la inundación en Tailandia y la epidemia de ébola en África .
ENTRENAMIENTO Y HABILIDADES
Sus miembros deben pasar por un riguroso y constante entrenamiento y tener conocimientos especializados en primeros auxilios, reducción de riesgo de desastres, contención y extinción de incendios, establecimiento de campamentos y hospitales, operaciones de rescate y salvamento, uso avanzado de cuerdas y nudos, simulacros de emergencia y evacuación, entre otras habilidades.
¿QUIÉNES LO CONFORMAN?
Está compuesto por unas 70 personas: miembros de la Agencia de la Policía Nacional , la Agencia de Manejo de Incendios y Desastres y la Guardia Costera de Japón . Así como de cuatro perros entrenados.
El JDR cuenta con cinco equipos básicos:
- Equipo de Rescate:
Busca personas desaparecidas, rescata a las víctimas, proporciona primeros auxilios y traslada a las víctimas hasta una ubicación segura. El equipo es clasificado por el Grupo Consultivo Internacional de Búsqueda y Rescate ( INSARAG ) como de “alto rango”.
- Equipo Médico:
Proporciona atención clínica a las víctimas. El equipo es clasificado por la Organización Mundial de la Salud ( OMS ) como EMT tipo 1 y tipo 2, es decir que es capaz de establecer un hospital de emergencia para dar respuesta al desastre y realizar incluso cirugías ahí mismo.
- Equipo de Expertos:
Proporciona orientación y asesoramiento sobre la mejor manera de gestionar los desastres y lograr la recuperación de la zona.
- Unidades de autodefensa:
Realizan actividades de ayuda en emergencias (prevención de epidemias, actividad médica y transporte) cuando se considera necesario.
- Equipo de Respuesta a Enfermedades Infecciosas:
Se encarga de la prevención y control de enfermedades infecciosas en los campos de epidemiología, exámenes de laboratorio, tratamiento clínico y control de infecciones, así como salud pública y logística.
¿CÓMO ACTUAN ANTE LA CRISIS?
Para tratar una crisis o desastre natural como el sismo ocurrido el pasado 19 de septiembre en México , la JDR sigue cuatro etapas básicas: primero es la respuesta inmediata , que incluye las operaciones de búsqueda y rescate, atención médica y equipo experto en riesgos.
Una vez logrado eso, se pasa a la etapa de recuperación y reconstrucción de las zonas afectadas, que se enfoca en devolver los servicios básicos y el modo de vida de la población.
A continuación, se enfocan en la prevención o mitigación de potenciales riesgos , como mejores normas de construcción o medidas de seguridad.
Y por último está la preparación para posibles nuevas crisis, que incluye la educación en escuelas y centros de trabajo sobre cómo actuar ante una crisis, simulacros e instalación de alertas, entre otras.
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