Nueva Delhi.— El número de muertos por deslizamientos de tierra e inundaciones causadas por las lluvias monzónicas se aproximaba ayer a 160 en India, donde los rescatistas buscan a decenas de desaparecidos.
La costa del oeste del país asiático está anegada por lluvias torrenciales desde el jueves y, según el servicio meteorológico de India, se esperan más precipitaciones en los próximos días.
Las inundaciones y los deslaves son frecuentes durante la temporada de monzones en India y suele haber derrumbes de edificios mal construidos tras días de lluvia ininterrumpida.
En los últimos años, los fenómenos climáticos extremos se multiplican como consecuencia, según expertos, del calentamiento global. En el estado de Maharashtra, 149 personas fallecieron, entre ellas más de 40 en un deslizamiento de tierra que se produjo el jueves en el pueblo de Taliye, al sur de Bombay.
Jayram Mahaske contó a la AFP que “muchas personas fueron arrastradas mientras intentaban huir” cuando se produjo el deslizamiento de tierra. Entre ellas figuran algunos de sus parientes.
Otro lugareño, Govind Malusare, afirmó que el cuerpo de su sobrino fue encontrado pero que su madre, su hermano, su cuñada y su sobrina siguen desaparecidos después de que un des- lizamiento de tierra derrumbara la casa familiar. En pocos minutos demolió decenas de casas. Dejó en pie sólo dos estructuras de hormigón y cortó el suministro de energía, afirmaron los habitantes a la AFP.
En la aldea de Posare, 210 km al sur de Bombay, la Fuerza Nacional de Respuesta a las Catástrofes informó del hallazgo de cuatro cuerpos durante la noche. En partes de Chiplun, el nivel del agua subió el jueves a casi seis metros tras 24 horas de lluvia ininterrumpida que inundó carreteras y viviendas.
Ocho pacientes de un hospital local que trata los casos de Covid-19 murieron después de que las inundaciones cortaran el suministro de energía necesario para los respiradores.
“El nivel del agua llegó al techo de mi tienda, había mucha agua en el interior”, declaró un comerciante a la cadena india NDTV: “Todas las tiendas de esta zona quedaron completamente destrozadas”, dijo.
Los socorristas, con lodo hasta la cintura, buscan con la ayuda de excavadoras a 100 personas que siguen desaparecidas.
En la vecina Goa, se teme que una mujer se ahogó, informó el gobierno local al Press Trust of India, en lo que el ministro principal (ministro en jefe del estado), Pramod Sawant, calificó de “las peores inundaciones desde 1982”.
Ajit Roy, un funcionario del norte de Goa, declaró a la AFP que las inundaciones han retrocedido y que algunos evacuados volvieron a sus domicilios.
En las llanuras costeras que engloban Maharashtra y Goa, los niveles del agua siguen siendo altos debido al desbordamiento de los ríos.
Habitantes aterrorizados subieron a los tejados de las casas y a las plantas más altas para escapar de las crecidas.
Más al sur, en el estado de Karnataka, el número de muertos subió a nueve durante la noche, informaron las autoridades.
El suministro de energía se cortó en los 11 distritos afectados y las autoridades dieron cuenta de pérdidas de cultivos.
El científico Roxy Mathew Koll del Instituto Indio de Meteorología Tropical afirma que el cambio climático calienta el mar Arábigo. Las temperaturas más elevadas del agua hacen que el aire se caliente y retenga más humedad, provocando fenómenos lluviosos extremos, dijo.
“Estamos viendo que los fenómenos de lluvias extremas generalizadas se han triplicado... desde 1950”, declaró Koll a la AFP, citando un estudio del que fue coautor y que se publicó en Nature. Añadió que una estación en una colina al sur de Bombay, Mahabaleshwar, registró 594 milímetros de lluvia el viernes, la cantidad más elevada en el lugar desde que hay registros.
En el este de China, el tifón In-Fa tocó tierra ayer, cuando el país apenas se recuperaba de las devastadoras inundaciones de los días anteriores. Acompañada de ráfagas de viento de hasta casi 137 km/h, la tormenta tropical llegó a la región del puerto de carga de Ningbo, uno de los más grandes del mundo junto al de Shanghái. La actividad portuaria allí y en Ningbo se suspendió, así como el tráfico aéreo y ferroviario en un sector de la costa oriental de China.