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Drama, tristeza y enojo fueron las emociones que sintieron las empleadas de un pet shop ubicado en Villa Devoto, un distrito residencial de Buenos Aires, Argentina , a raíz de un penoso hecho que tuvo lugar el jueves 5 de mayo: un joven llevó a su perro para hacer un baño higiénico y nunca volvió. Las mujeres movieron cielo y tierra para dar con el paradero del hombre en cuestión, y finalmente descubrieron la triste historia que escondía detrás. “Es la primera vez que nos pasa algo así”, afirmó, en diálogo con LA NACION , Vanina, empleada del lugar.
En medio de su jornada laboral, el local ubicado entre las calles López de Vega y Baigorria recibió la visita de un cliente junto a un perro llamado “Rulo”. El joven pidió un servicio para atender al animal y luego se retiró. Si bien en un principio la situación parecía normal, la desesperación de las mujeres comenzó al correr las horas.
“El cachorro ya estaba listo y él no llegaba. No sabíamos si le había pasado algo, la verdad no teníamos idea. Pasó mucho más tiempo y no teníamos respuestas. Comenzamos a preocuparnos aún más”, relató Vanina.
Cuando las empleadas se percataron de que el hombre no cumplió con el horario pactado para buscar a su mascota, pusieron en marcha la búsqueda. Primero, intentaron llamarlo, ya que tenían todos sus datos. Sin embargo, descubrieron que la información que entregó era incorrecta: dejó un número equivocado y un nombre falso.
Luego, y sin más opciones, en la cuenta oficial del local en Facebook compartieron una publicación con los detalles de la situación, junto a una foto del animal. Como ninguna respuesta llegó, hacia el final del día la peluquera canina tomó la decisión de llevar al cachorro a su propia casa.
Afortunadamente, un día después, Vanina recibió el mensaje de una chica que vio la publicación en las redes sociales. A los pocos minutos, se presentó al negocio para rescatarlo. Junto a unas postales y diversas pertenencias del perro, les explicó que era de ella y reveló que fue su expareja el que lo abandonó.
“Al parecer se habían separado hace poco tiempo, pero él no quería darle el perro. Por ese motivo lo abandonó. El cachorro no tiene la culpa”, explicó la empleada.
Foto: La Nación Argentina.
Por otro lado, afirmó que la chica pagó todos los gastos del perro y que él estaba mucho más tranquilo al verla. “Estaba contento, reaccionó muy bien, la reconoció inmediatamente. Nos dimos cuenta que realmente era la dueña”, sostuvo.
Con mayor tranquilidad, Vanina manifestó que es la primera vez que les pasa una situación de esta índole. No obstante, aclaró que en las veterinarias suele pasar seguido. “Se sigue viendo. Hay clientas rescatistas y les llegan perros, gatos y otros animales todo el tiempo. Ya es moneda corriente”, cerró.
Si bien la historia tuvo un final feliz, los usuarios de las redes sociales reclamaron por el hecho y dejaron en claro que es una situación que no debe ocurrir más. “Casos como este hay miles, tienen que parar”, apuntó una usuaria en la publicación de Facebook.
“Qué culpa tiene el perro con la discusión de una pareja ¡es tema aparte!”, resaltó otra mujer. “Qué buen gesto el que tuvieron. Hacerse cargo de la situación y esperar a esclarecer todo. Las felicito”, manifestó otra persona.
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agv