Santo Domingo.— Combatir la trata de personas en Latinoamérica, un delito que afecta a más de 25 millones de personas en el mundo, requiere de políticas públicas más eficientes y de la cooperación entre países, coincidieron funcionarios y especialistas en un evento sobre el tema inaugurado en Santo Domingo.
Al conmemorarse el Día Internacional contra la Trata de Personas, la cancillería dominicana acoge la Conferencia regional sobre trata de personas en América Latina y el Caribe.
El Día Internacional contra la Trata de Personas es “una invitación para que los Estados se unan en un esfuerzo global frente a este delito de lesa humanidad”, dijo el canciller dominicano, Miguel Vargas. La migración, señaló, “es un fenómeno complejo que permite la movilidad de las personas por todo el mundo, tanto de manera ordenada como ilegal”, por lo que “es una prioridad de los Estados regular esta dinámica mundial con políticas que garanticen los derechos de los migrantes, pero, además, que generen estrategias y compromisos compartidos”.
Afirmó que combatir la trata de personas es de “alta prioridad” para el gobierno de su país, cuyas autoridades, de acuerdo con datos de la Procuraduría General de la República, ha rescatado a 381 víctimas de trata y tráfico de personas entre 2017 y el primer trimestre de este año.
La trata “genera un grado de agresividad tal que es considerada una de las principales violaciones de los derechos humanos”, apuntó el presidente del Tribunal Constitucional dominicano, Milton Ray Guevara. La presidenta de la Asociación Internacional de Mujeres Juezas (IAWJ, por su siglas en inglés), Vanessa Ruiz, señaló que la trata “es una forma de esclavitud del siglo XXI”.
La Conferencia regional sobre trata de personas en América Latina y el Caribe es organizada por la IAWJ, que cuenta con más de 6 mil miembros en 100 países, y la Asociación de Juezas de la República Dominicana (AJURD), con la finalidad de compartir experiencias y trazar un plan de acción contra esta práctica criminal, enfocado en las víctimas.
En la inauguración de la cita también intervino la embajadora de Estados Unidos en la República Dominicana, Robin S. Bernstein, quien consideró “una triste realidad” que 25 millones de personas en el mundo, muchas de ellas menores de edad, sean víctimas de este delito.